El ministro del Interior, Patricio Carrillo, fue amenazado de muerte, a través de panfletos, el pasado sábado 23 de abril de 2022. El escenario más probable es que lo mismo ocurra en los próximos días hacia otros funcionarios, así como más violencia por la guerra entre carteles, según analistas.
La madruga del sábado 23 de abril del 2022 fueron encontradas 200 hojas con amenazas de muerte hacia Carrillo, en el estacionamiento del canal TC en Guayaquil. Miembros de la Policía de la zona 8 reportaron el hecho. El ministro no se encontraba ahí.
“Sigan pensando que solamente Junior y Fito matan y pueden, tenemos también la plata para hacerles la guerra a quien se meta y usted señor ministro del Interior no se meta a seguir a ese burro de Roldán Paredes Junior Alexander por qué vas a terminar muerto (…)”, es la advertencia del panfleto.
Además de este texto hay otros con palabras ofensivas en contra del funcionario, su imagen captada durante una rueda de prensa, también fotos de las banderas de Ecuador y México y de un tigre.
El pasado 22 de abril, Pedro Moreira, juez de la Unidad Judicial Especializada de Garantías Penitenciarias de Guayas, ordenó la salida de prisión y el arresto domiciliario de Junior Roldán alias ‘JR’. Se trata de uno de los presuntos líderes de la banda Los Choneros.
“Todo mi respaldo a (Carrillo) que ha recibido amenazas al decidir combatir contra las mafias”, expresó el presidente Guillermo Lasso, a través de su Twitter.
Mensaje detrás de la amenaza
El exdirector de Inteligencia, Mario Pazmiño, considera que la amenaza proviene de microcarteles, que necesitan “colocarse en la imagen pública y que el Estado sepa que ya hay una estructura fuerte”. Por eso comienzan con acciones de amenazas que pudieran darse “también a ciertos funcionarios, jueces, fiscales o empresarios que no quieran contribuir”, además de la colocación de artefactos explosivos, señala.
A esto se suma la salida de Roldán de la cárcel porque, según Pazmiño, “indudablemente va a mover el escenario de seguridad en las diferentes ciudades”.
Al ser uno de los líderes de Los Choneros y estar fuera del centro carcelario “va a aglutinar rápidamente las estructuras y poner mayor posicionamiento en los territorios que ellos controlaban”. Eso confronta la estabilidad de otras “megabandas”, como Los Chonekillers, Los Lobos.
“Va haber una confrontación. Lo que le están diciendo al ministro es que no se meta ahí. En esa guerra entre organizaciones delictivas”, evalúa Pazmiño.
Esas guerras son “interminables” y si el Estado se mete “empiezan a haber asesinatos a miembros de las fuerzas policiales, militares; extorsiones; cooptación, que ya lo hay”, según el analista en seguridad, Daniel Pontón.
Son mecanismos de “atemorización” de las organizaciones criminales para minar su credibilidad. “No nos asombremos que en los próximos días empecemos a ver asesinato u homicidios por este tipo de temas”, adelantó.
Acciones preventivas
Pazmiño cuestiona al Gobierno por ser “reactivo”, al esperar un golpe, una masacre o una fuga para actuar.
Estima que el Régimen no está combatiendo al crimen organizado porque solo toma “acciones parche”, por lo que insiste en cinco sugerencias: restablecer la fuerza de tarea conjunta en Esmeraldas para evitar el paso de drogas; una fuerza de tarea conjunta en el litoral con dos misiones (combatir al crimen organizado y restablecer niveles de seguridad de la población).
Una tercera recomendación está relacionada con la militarización temporal de puertos y aeropuertos; cambiar los circuitos y subcircuitos de efectivos por una presencia disuasiva permanente (integrada por cuerpos de seguridad estatales, municipales y particulares); y reformar la ingeniería de inteligencia.
Pontón también aboga porque el Gobierno actúe de forma preventiva, mediante la generación de políticas públicas. El problema radica en la falta de “acciones concretas, técnicas, económicas sobre todo”, agregó.