El suizo Joseph Blatter fue confirmado ayer en Zúrich como presidente de la FIFA, en un cuarto mandato en el que ya lanzó sus primeras reformas. Esto tras ser elegido en el 61º Congreso de la federación internacional, en unas elecciones marcadas por escándalos.
El suizo, candidato único tras la suspensión y posterior retirada de su rival qatarí Mohamed Bin Hammam, por un presunto caso de corrupción, logró 186 votos de las 203 asociaciones nacionales que votaron, entre las 208 que forman la FIFA.
Blatter superó primero la moción del presidente de la federación inglesa, David Bernstein. Este dirigente hizo un llamamiento a “posponer la elección y dar más credibilidad al proceso, para que así algún candidato alternativo de reforma pueda presentarse como aspirante a presidente”.
La propuesta de Inglaterra fue rechazada con 172 votos en contra de aplazar la votación y 17 a favor, entre los delegados de las asociaciones nacionales.
La primera medida tomada por Blatter para su cuarto y último mandato, con lo que estará en el cargo 17 años (1998-2015), siendo el tercer presidente con más tiempo en el puesto en la FIFA, detrás de Jules Rimet y Joao Havelange, fue un cambio en el sistema de atribución de Mundiales. Blatter consiguió, tras ser elegido, que el Congreso votara favorablemente su propuesta de que la asamblea de las 208 asociaciones nacionales sea la encargada de designar los mundiales en el futuro. Esto en lugar de los 24 miembros del comité ejecutivo como hasta ahora.
Los problemas de acusaciones de corrupción surgidos en los últimos meses tuvieron su origen en denuncias de presuntos sobornos a miembros del comité ejecutivo en las elecciones de Rusia y Qatar para organizar los Mundiales de 2018 y 2022, en diciembre.
Ayer, la Asamblea de la FIFA apoyó la creación de una comisión ética que sea elegida por el propio congreso.
[[OBJECT]]