El juego entre Manta e Independiente del Valle estaba para el empate, a pesar de que los visitantes tenían más tiempo el balón y atacaban con mayor orden. Sin embargo, una mala salida del capitán del Independiente cambió toda la historia, ayer en el estadio Jocay.
Ocurrió en el minuto 71 cuando Librado Azcona intentaba rechazar un centro que llegó hasta su área, pero el balón se le pasó. Entonces, Luis Romero solo tuvo que colocar la cabeza para que la pelota ingresara en el arco del equipo sangolquileño.
Tras el gol, el futbolista nacido en Chone hace 26 años se abrazó con sus compañeros. Y luego, lleno de algarabía, se lo dedicó a la tribuna, pues señaló ese lugar del estadio con uno de sus dedos.
Ese tanto desconcentró al plantel de Sangolquí, porque el segundo gol llegó minutos después.
Fue cuando Nicolás Ramírez desbordó por la izquierda e ingresó al área visitante. Se jugaba el minuto 75. Dos defensores marcaban al delantero argentino quien, con mucha tranquilidad, detuvo el balón y esperó a que Carlos Álava llegara desde atrás para darle un pase. El juvenil ingresó por el centro del área y disparó. Azcona, por la velocidad de la jugada, se lanzó al lado contrario y fue el 2-0 definitivo que ubica al Manta en el sexto lugar de la tabla de posiciones.