Los alumnos del tercer semestre del Instituto Superior Tecnológico del Fútbol reciben clases de táctica y estrategia. Fotos: Diego Pallero / EL COMERCIO
Javier Lugmaña, de 23 años, entrena a personas con libertad condicional. Los instruye los fines de semana y, de paso, aprende a manejar grupos.
Los dirige como parte de las horas de vinculación con la sociedad que debe cumplir, antes de obtener el título de tecnología en Dirección Técnica, en el Instituto Superior Tecnológico de Fútbol de Quito. La entidad es impulsada y patrocinada por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y tiene el aval de la Senescyt.
Lugmaña dejó la carrera de Ingeniería Civil para lanzarse a estudiar Dirección Técnica, hace tres años. Anhela dirigir en el fútbol profesional.
El quiteño suele reunirse los fines de semana, en el exPenal García Moreno, con personas que tienen libertad condicional, donde aprende sobre manejos de grupos difíciles, pero a la vez se preocupa porque precisa pasantías en equipos de Primera para obtener la licencia de entrenador.
En el país, el Departamento de Licencias de la Ecuafútbol entrega este documento. Juan Urquiza, del organismo, expresa que en el momento se analizan 44 artículos nuevos de la Conmebol para anunciar los requisitos para quienes desean obtener las licencias.
Hasta el año pasado, la FEF entregó las licencias Pro Nacional y Conmebol, A, B, C, para los graduados y estudiantes de los Institutos de Guayaquil y Quito, y para Futsal.
La licencia Pro Conmebol solicitaba, entre sus requisitos, al menos tres años de experiencia como DT o asistente técnico de la Serie A o Serie B.
11 técnicos, como el ecuatoriano Paúl Vélez, obtuvieron esta licencia en noviembre del 2019. Otros 30 alcanzaron la licencia Pro Nacional.
Para Lugmaña, llegar a obtener una de esas licencias es complicado. Argumenta que él y sus compañeros cumplen un proceso de tres años de estudios y deberían tener más facilidades.
Tatiana Palomino, cayambeña de 20 años, estudia en el quinto semestre y juega en la Superliga, con la Espuce. Optó por estudiar para entrenadora, por su afinidad con el fútbol. Sus padres le ayudan a costear los estudios. Cada semestre en el Instituto cuesta USD 1 628.
Palomino quiere obtener el título porque busca desarrollar un proyecto para que el fútbol femenino tenga mayor impulso. Para ella, la obtención de las licencias también se ve difícil. Cuenta que, en años pasados, en el Instituto se habló de la obtención de licencias como parte de la carrera.
Alexandra Orozco, vicerrectora del Instituto, indica que el centro se rige bajo las normas de la educación superior. Aclara que “parece ser que en la administración anterior habían ofrecido que, con las carreras, venían las licencias”.
Con todo, Orozco detalla que el Instituto tiene convenios con Liga, Independiente y Católica para que los alumnos cumplan pasantías. Detalla que 310 estudiantes se graduaron en el Instituto, entre ellos Francisco Correa, Carlos Castro y Franklin Salas. Ahora hay 335 estudiantes; 50 de ellos tienen becas.
David Anaguano, quien dirigió al Deportivo Quito, es otro de los graduados. Pese a ello, dice que estudiar en el Instituto no es garantía de obtener un trabajo como DT en Primera.
Johnny ‘El Rayo’ Baldeón se graduó en el Instituto, pero sigue como presidente del Consejo Estudiantil. Dice que debería haber más apertura para la obtención de licencias por sus elevados costos.