Dueños de las fincas con reses afectadas aplican sueros y antídotos para atender a sus reses enfermas. Foto: El Comercio.
En 67 fincas ganaderas de Santo Domingo de los Tsáchilas, en el occidente del Ecuador, la cuarentena continúa por los casos de estomatitis vesicular que afecta a las reses desde julio del 2018.
Las zonas donde se presentaron los brotes se encuentran en el área rural como en El Esfuerzo, Alluriquín, Las Mercedes y Puerto Limón donde el ganado no puede ser movilizado como medida de precaución. Según las asociaciones de ganaderos, las afectaciones también se han presentado en Santo Domingo, Esmeraldas, Manabí y Guayas.
Los dueños de las fincas ven cómo sus animales expulsan un líquido viscoso de sus bocas, que también presentan úlceras, así como en sus patas. Esos son los principales síntomas de un semoviente enfermo. Luis Ojeda, del recinto Alma Lojana, cuenta que el ganado en esas condiciones evita caminar, baja de peso y deja de producir leche.
La finca de Ojeda permanece en cuarentena desde el 18 de agosto del 2018. Él ha dejado de proveer hasta 50 litros de leche a la semana por la enfermedad de su ganado.
La Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (Agrocalidad) reconoce que estas afectaciones son normales en épocas de verano. Pero Gruber Zambrano, presidente de la Asociación de Ganaderos de Santo Domingo, dice que este año evidencian un incremento de los casos por la falta de vacunas para combatir la enfermedad.
Zambrano pidió a las autoridades de Agrocalidad que les provean de más vacunas.
Esa entidad informó que se importaron 100 000 vacunas para atender la demanda del país y que de esas 20 000 se enviaron para la provincia Tsáchila.
No obstante, los ganaderos de la provincia señalan que ese stock se acabó en una semana ante las solicitudes de los ganaderos que tienen su ganado enfermo y en cuarentena.
Una de las medidas que ejecuta Agrocalidad es solicitar una nueva importación de vacuna. Además, dispuso que la movilización de ganado enfermo se controle desde las fincas y en las carreteras con el fin de no afectar a más semovientes.