El presidente Michel Temer anunció un plan de privatizaciones en Brasil, que se extenderá hasta el 2017. Foto: EFE
El nuevo presidente de Brasil, Michel Temer, anunció un plan económico que prevé entre otras medidas las privatizaciones de aeropuertos y de empresas energéticas durante los próximos dos años en la principal economía de América Latina.
La “idea básica” es impulsar “el crecimiento económico del país”, dijo Temer al presentar su primer paquete de privatizaciones, que contiene 25 grandes proyectos de infraestructura. “Será un incentivo para que haya muchos empleos en el país”, agregó el mandatario sobre el programa económico bautizado como “Proyecto Crecer” por el Ejecutivo.
El plan de privatizaciones prevé la entrega en concesión de cuatro aeropuertos, entre ellos el de la metrópoli Porto Alegre en el sur del país y el del Fortaleza en el noreste, así como de dos terminales portuarias. También se espera poner en manos privadas la administración de varias carreteras y ferrocariles, así como de empresas distribuidoras de energía y de servicios de agua y desagüe.
En total, los resultados del Programa de Asociación para las Inversiones impulsado por el Gobierno Temer prevén 34 licitaciones y subastas de bienes públicos para 2017 y 2018.
Según el diario “Folha de Sao Paulo”, los planes de privatizaciones ya estaban previstos por el Gobierno de Dilma Rousseff, pero no habían llegado a ser ejecutados nunca.
Temer ya había anunciado que impulsaría las privatizaciones y las inversiones privadas tras asumir el poder de forma interina en mayo y después de ser confirmado definitivamente en la presidencia hace dos semanas, tras la destitución de Rousseff.
El político conservador del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) señaló que el objetivo central de su Gobierno es combatir la dura crisis económica que castiga al país.
La primera economía latinoamericana se contraerá este año previsiblemente un 3,3%, tras registrar un retroceso similar de su Producto Interno Bruto el año pasado.
El desempleo afecta a unos 11,8 millones de personas en el país más grande de la región, según las últimas cifras. Temer estará en la presidencia durante dos años y medio hasta finales de 2018, cuando expire originalmente el mandato para el que fue reelegida en 2014 Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
La llegada de Temer al poder consolida un giro hacia la derecha en Sudamérica, sobre todo tras la elección del conservador Mauricio Macri como presidente en Argentina y la dura crisis en la que están sumidos modelos de izquierda como el de la Venezuela chavista.