Redacción Santo Domingo
El zumbido de las alas de un colibrí y su fugaz picoteo en una heliconia son escenas que a diario se presentan en la Hostería Tinalandia, ubicada en Santo Domingo de los Tsáchilas.
Los colibríes se alimentan del néctar de las flores de este complejo ecológico y turístico, en el kilómetro 85 de la vía Alóag– Santo Domingo. Así mismo, estas vistosas aves aprovechan los adornos con flores naturales ubicados en medio del comedor de estas instalaciones.
El área de hospedaje de Tinalandia está construida con una elegante madera. Está rodeada de bosques con flores nativas de la región. Según su propietario, Sergio Platonoff, aquí se alimentan 300 especies de aves y 140 de colibríes. Otra forma para atraer los colibríes es la colocación de bebederos junto a los árboles. Estos recipientes plásticos son de color rojo y contienen agua azucarada y un pequeño orificio que simula una flor.
Los colibríes llegan a los bebederos y con su ágil aleteo se suspenden en el aire e introducen su pico en los recipientes que tienen forma cilíndrica o circular.
La misma estrategia para atraer a un número mayor de colibríes se utiliza en las hosterías Mindo Lindo y Hostal El Descanso, en el cantón San Miguel de Los Bancos.
Esta costumbre se ha generalizado en las hosterías de Santo Domingo de los Tsáchilas y del noroccidente de Pichincha. La ornitóloga y copropietaria de Mindo Lindo, Heike Brieschke, cuenta que los colibríes se alimentan del néctar de una flor violeta llamada verdina, una planta introducida de América Central, también de helicacias, zagalitas, bromelias, salvias, rubiáceas, entre otras.
Los bebederos para colibríes fueron creados en Estados Unidos como uno de los tantos métodos para atraer aves a los jardines. El propósito es ofrecer una fuente segura y constante de alimento para las aves.
Esta nueva costumbre de alimentarlos es analizada por Diego Cisneros, profesor del colegio de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
Para el especialista, “los bebederos correctamente utilizados no causan daños a las poblaciones de colibríes”. Cisneros cita estudios realizados en EE.UU. En cuanto a nuestro país, comenta que “no se han realizado estudios profundos sobre el tema”.
El catedrático deja entrever que los bebederos dan una provisión permanente de alimento a los colibríes. “Esto causa que algunas variedades no realicen sus movimientos altitudinales, como naturalmente lo harían buscando sus flores”.
Cisneros además hace otra aclaración. “Dado que solo son algunos individuos (colibríes), esto no necesariamente afectaría a la conservación de esta especie”.
Este experto señala además que los colibríes no se enferman de diabetes por beber agua azucarada. Y advierte que los bebederos deben limpiarse y cambiarse de agua cada tres días.
Caso contrario, “los bebederos se transformarán en caldos de cultivo de bacterias y hongos, y eso sí puede dañar a las variedades de colibríes”.
En una publicación del colombiano Luis Mazariegos se señala que, desde Alaska hasta Argentina, existen al menos 341 especies de colibríes. En Colombia, se registran 110. Pero el 60% de estas son ecuatorianas.
En la misma publicación, Mazariegos hace referencia al maravilloso plumaje de los colibríes y sus nombres. Así por ejemplo, Heliageluz exortis significa ángel o mensajero del sol; Coeligena helianthea es flor de sol celestial y Aglaeactis cupreipennis significa rayo de sol esplendoroso de plumas cobrizas.
Para rescatar la belleza y simbolismo del colibrí, las instituciones públicas y privadas de Santo Domingo pidieron que se declare a la provincia como la ‘Capital del colibrí’. La petición se tramita con las nuevas autoridades electas.
El presidente de la Cámara de Turismo, Mario Moscoso, destaca que la calificación de ‘Capital del colibrí’ permitirá la visita de un mayor número de turistas y ornitólogos a esta provincia. Esta denominación se sumará a la identidad cultural que tiene Santo Domingo por la presencia de la etnia Tsáchila.
Para el escritor Orlando Amores Terán, se deben sembrar plantas y colocar bebederos con agua para atraer a los colibríes. “Queremos darle a la provincia un símbolo limpio y multicolor”.
Lo que debe conocer sobre esta especie
Los colibríes son las aves más pequeñas del mundo. De las 341 especies de colibríes, 140 habitan en Ecuador, particularmente en Santo Domingo, San Miguel de Los Bancos, Pedro Vicente Maldonado y Puerto Quito. También hay variedades en la Sierra y Amazonia.
Forman parejas estables. El macho y la hembra comparten la incubación de los huevos durante 16 días. Los huevos son de un centímetro de alto por medio centímetro de diámetro.
Solo dos huevos son puestos, con un día de separación. Los colibríes, según la especie, pesan entre 2 y 20 gramos. Toma tres semanas para que a las crías les crezcan plumas y alcancen el tamaño adulto.
El plumaje de algunas especies es de color verde debido a la clorofila que absorben desde las flores. El color azul se debe a que las plumas absorben la luz del entorno. Aunque el color varía por la posición de los ojos, la luz natural y el movimiento del ave.