Redacción Política
En el mercado La Carolina de Quito, más conocido como Iñaquito, ayer hubo un intenso movimiento.
Aunque los estibadores y las caseras continuaban con su rutina, entre olorosas corvinas fritas y frutas de temporada, el parqueadero posterior del lugar se adecuó desde la noche del viernes para recibir al Presidente de la República.
Como cada semana, Rafael Correa visita un rincón del país para dar su enlace ciudadano. ¿Cómo se escoge el lugar? Carolina Espinosa, subsecretaria de Información, dice que depende de la agenda del Mandatario, de lo que hará y dónde estará. Once carpas, seis computadores, cuatro cámaras profesionales de video y dos pantallas LCD son parte de la infraestructura que se alista cada sábado para el enlace ciudadano.
Más de 20 personas vigilan el orden de los detalles. Las flores, los monitores, las sillas… todo. Limpian minuciosamente hasta el sillón en la que se sentará el Jefe de Estado. A las 08:00 empieza el desfile de los simpatizantes de la 35. Llegan de verde y se saludan diciendo: “Compañerito”.
María Changuán vende lotería en el mercado. Ayer no sabía lo que pasaba en los alrededores, hasta que le preguntó a su amiga Maura. “Ella me dijo que venía el Presidente, por eso me quedé”.
Por eso y por la música que le atrajo desde que llegó. Quienes se adhieren al diálogo con Correa, también lo hacen por el entretenimiento que se ofrece. En esta ocasión, el Trío Pichincha endulzaba los oídos de los capitalinos.
“No te puedo comprender, corazón loco. No te puedo comprender, ni ellas tampoco…”, interpretaban los músicos vestidos de negro. Su serenata se alternaba con la de la Banda Municipal y con un set de salsa, que incluía las voces de Rubén Blades y Héctor Lavoe.
Los colaboradores de la Presidencia también se contagiaban del ritmo y ensayaban uno que otro paso, mientras el resguardo policial se fortalecía en los alrededores y en los computadores se preparaba el material que el Mandatario presentaría.
Incluso, los niños lustrabotas separaron su lugar en las primeras filas, lo mismo que los núcleos barriales y el común ciudadano.
Correos del Ecuador también participó; entregó unos papeles a los asistentes para que escriban una carta al Presidente y la depositen en un buzón. Podía ser de felicitación, agradecimiento, solicitud o inconformidad. Francisco Yánez quiso felicitar a Correa: “Le quiero decir que está bien lo que hace y que siga así”.
Este es el preámbulo que da inicio a la ceremonia. Ayer, el Presidente de la República llegó vestido con una chaqueta café y gafas oscuras, mientras Arturo Tello, responsable de los enlaces sabatinos, solicitaba a los asistentes que se pongan de pie para recibirlo.
Un refuerzo a la comunicación
Para Rafael Correa, el gran desafío del nuevo secretario Nacional de Comunicación, Fernando Alvarado, es comunicar, y comunicar políticamente.
Eso lo dijo ayer durante su intervención sabatina. “Una de las cosas en que fallamos y que nos hizo mucho daño en las elecciones fue que la agenda de comunicación nos la pusieron los medios”.
Por ello, advirtió que no volverán a caer en ese error, “no podemos tener al pueblo ecuatoriano en función de lo que digan los medios de comunicación”. De allí que encargó a Alvarado la función de mejorar la comunicación para que esta llegue a las bases a través del Gobierno.
En la misma línea se solidarizó con los periodistas de diario EL COMERCIO por el ataque que sufrieron en las inmediaciones de la Universidad Central el martes pasado. “Eso es algo inadmisible, me solidarizo con Mariela Jaramillo (NdlR: su apellido es Rosero) y Martín Jaramillo”.
En otros temas, llamó a los asambleístas a reflexionar sobre la entrega de los Fondos de Reserva para que esta se realice a través de los empleadores y no del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). “El IESS no tiene capacidad, es una barbaridad”. De paso dijo que tiene 70 asambleístas de su lado para continuar con la “revolución ciudadana”.
Aclaró el porqué de la salida de Carlos Bravo de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD). Aunque señaló que Bravo pasará a la historia por haberse incautado de bienes de los Isaías, dijo que las fricciones administrativas obligaron a sacarlo de la AGD.
Respecto a la relación con Colombia, fue enfático al decir que no teme a las medidas internacionales: “Llévenme a la Corte Internacional de La Haya y ahí demostraremos quiénes son los terroristas, los paramilitares… Que sigan esos fascistoides haciendo lo que les dé la gana, nosotros responderemos con la ley”.