Los 16 jefes de Estado y de Gobierno de la Eurozona acordaron ayer en una cumbre extraordinaria en Bruselas, un paquete de medidas destinadas a frenar la crisis de confianza que cuestionó esta semana el futuro de la moneda única, hundiendo a los mercados.
Entre los principales puntos acordados se encuentra el activar un plan de rescate para Grecia de 110 000 millones de euros hasta el 2012 cofinanciado por el Fondo Monetario Internacional.
La Eurozona aportará en forma de préstamos 80 000 millones de euros y el resto será financiado por el organismo internacional.
Las primeras partidas llegarán antes del 19 de mayo.
Los gobiernos europeos también acordaron tomar “todas las medidas necesarias” para acelerar la reducción de los déficits públicos nacionales y regresar a la disciplina presupuestaria.
También la Eurozona activará un “mecanismo de estabilización” financiera. Es decir, un fondo de emergencia para ayudar a los países en apuros presupuestarios.
Se buscará, además, fortalecer la gobernanza económica en la Eurozona, con un refuerzo de la vigilancia presupuestaria, mayor coordinación política y nuevas “sanciones efectivas” para los Estados que no hagan sus deberes.
La Comisión Europea presentará sus propuestas en este sentido el próximo miércoles.
Finalmente, se llegó al concenso de llegar a “rápidos progresos” sobre regulación de los mercados financieros.