Guayaquil podría quedarse sin albergar la final de la Copa Libertadores, prevista para el 29 de octubre del 2022. Los desacuerdos entre la Conmebol y los propietarios de suites del estadio Monumental dejan abierta la posibilidad de que el organismo cambie de sede.
Así lo confirmó Rafael Verduga, vicepresidente de Barcelona, en una entrevista con Bendito Fútbol y EL COMERCIO. El directivo informó que la falta de acuerdos entre el organismo y los propietarios podría traer consecuencias.
“Es su decisión (de Conmebol), no es problema de tiempo. Ellos pueden mover la final a último momento. Esperamos que esta semana haya una decisión. No creería que es una media que suceda (cambiar la sede), pero depende solo del organismo”, dijo.
Según explicó, la Conmebol requería 14 suites para colocar los equipos de video y transmisión, además de otro grupo de suites para cumplir con compromisos comerciales. Barcelona gestionó con los propietarios, pero no habría encontrado predisposición en todos.
“Propietarios amenazaron con medidas judiciales. Hicimos la gestión y está avanzado, pero sí existen personas que están en posición radical; con esta última gestión que se hizo, Conmebol debe tomar su decisión y parte de eso es llevarse la final del monumental”, dijo.
Como primera medida, la Conmebol decidió no vender entradas de suites para la final de la Libertadores, que disputarán Flamengo y Atlético Paranaense, desde las 15:00 del 29 de octubre.
Guayaquil y el compromiso firmado
El pasado 26 de agosto, el titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez, firmó el acta de compromiso con el presidente de la República, Guillermo Lasso. El evento se realizó en el mismo Monumental.
Pese a eso, en las últimas semanas se especuló varias veces con un posible cambio de sede. Medios de comunicación de Brasil y Argentina, mencionaron que Flamengo y Paranaense podrían medirse en territorio brasileño.
A falta de tres semanas para el juego final, la Conmebol aún podría cambiar la sede. Verduga recordó que, en el 2019, el organismo cambió la sede de la final de Chile a Perú, con poco tiempo de antelación. Ese cambio se dio por las protestas sociales en Santiago, capital araucana.
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