Rosa Pilco es la madre de Joselyn Brigitte S., la cadete procesada por el presunto delito de desaparición involuntaria de la abogada María Belén Bernal. Ella sostuvo en una entrevista con TC Televisión que su hija es una víctima más del teniente de Policía, Germán Cáceres, actual prófugo de la justicia.
“Yo como madre quiero decir que mi hija es inocente de todo lo que se le acusa. Ella es víctima de este teniente y víctima también del Estado, porque el Estado tuvo la posibilidad de cogerle y no lo hizo. Y ahora buscan echarle toda la culpa a mi hija y eso no es justo”, lamentó la madre.
La mujer continuó con sus declaraciones: “Yo como madre pido y suplico… Le digo a la mamá de María Belén: mi hija no sabe nada, ella lo dijo ya todo, ella no oculta nada. Mi hija no es culpable, los únicos culpables son los del Estado, porque pudieron atraparlo y no lo hicieron”, dijo la mujer al borde del llanto.
La madre dijo que ella conocía que el sábado 10 de septiembre su hija tenía una parrillada junto a otros cadetes. Y agrega que fue el teniente Cáceres quien asistió a esa reunión social e insiste que él la acosaba. Dijo desconocer la supuesta relación sentimental entre la cadete y Cáceres.
“Estoy segura porque yo conozco a mi hija, yo sé cómo le formé, yo sé la clase de escuela que le di en mi hogar, yo estoy segura que si mi hija hizo eso fue porque este teniente la acosaba”, subrayó.
Además mostró su molestia pues señala que otras personas, incluido un teniente, escucharon lo mismo que su hija y no están procesados.
“Cáceres se despidió de sus amigos”
Por su parte, el abogado Gonzalo Realpe sostiene que Cáceres después de rendir su versión en Fiscalía regresó a la Escuela de Policía para despedirse de sus amigos. Incluso, dice, se despidió de la cadete amenazándola. “Cuidado con lo que digas, cuidado”, afirmó.
Posible condena
La cadete Joselyn Brigitte S. es la única detenida por la desaparición de María Belén Bernal. Su detención se produjo porque habría escuchado durante 20 minutos la pelea entre Cáceres y Bernal. Ella es procesada por el presunto delito de desaparición involuntaria y podría enfrentar una condena de entre siete y 10 años de prisión. Mientras llega la etapa de juicio guarda prisión preventiva en una cárcel de Quito.