La nueva primera ministra del Reino Unido, la conservadora Liz Truss, prometió este 6 de septiembre, en su primer discurso a la nación como jefa del Gobierno, acciones rápidas para lidiar con el aumento de los precios de la energía y cumplir con su compromiso de reducir impuestos. “Tengo confianza en que todos juntos podemos capear la tormenta, reconstruir nuestra economía y convertirnos en el Reino Unido moderno y brillante que sabemos que podemos ser”, declaró frente a la puerta del número 10 de Downing Street, su despacho y residencia oficial.
Truss prevé presentar el 8 de septiembre un plan para congelar o reducir la factura eléctrica de los hogares británicos durante los próximos dos inviernos, valorado en unos 90 000 millones de libras (USD 103 000 millones), y trabaja al mismo tiempo en medidas para las empresas, según han revelado medios británicos. Se espera que la líder ‘tory’ financie ese programa con cargo a la deuda pública, en lugar de incrementar impuestos, en línea con las prioridades que ha defendido durante la campaña de las primarias conservadoras.
Admiradora de Thatcher
Firme defensora de las políticas de Margaret Thatcher, la primera mujer en gobernar Gran Bretaña en la era moderna, los expertos consideran probable que siga los pasos de sus antecesora. Truss, de 47 años, suele recordar que a los 7 interpretó el papel de Thatcher en una simulación de las elecciones generales de Reino Unido en su escuela. Y 39 años después, tiene ahora la oportunidad real de seguir el ejemplo de la llamada ‘Dama de Hierro’ al convertirse en líder conservadora y primera ministra británica.
Sin embargo, a diferencia de su ídolo, Truss no es una conservadora típica. En la conferencia del partido en 1994, habló a favor de la abolición de la monarquía y les dijo a los delegados: “Nosotros, los demócratas liberales, creemos en las oportunidades para todos. No creemos que las personas nazcan para gobernar”. Algo que no está en discusión es su tenacidad. Perdió elecciones en 2001 y en 2005. Pero en el año 2006 logró integrar el ayuntamiento de Greenwinch, en el sureste de la capital británica, Londres.
El entonces líder conservador David Cameron colocó a Truss en su “lista A” de candidatos prioritarios para las elecciones de 2010 y fue seleccionada para presentarse al escaño asegurado de Norfolk suroccidental. Una coalición conservadora intentó su expulsión tras revelarse un romance con un político, pero este intento fracasó y llegó al Parlamento con 13 000 votos.