El vegetarianismo reduciría 77% de CO2 en Ecuador

Comida vegetariana del restaurante El Maple. Opciones de platos vegetarianos. Foto: archivo EL COMERCIO

La eliminación de carne de la alimentación diaria pudiera reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en Ecuador en un 77% hasta el 2050. Este tipo de dieta, en la que se incluyen lácteos y huevos, tiene un impacto directo en la reducción del calentamiento global. Así lo determinó un reciente estudio de la Universidad de Oxford, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science.
En esta investigación se compara el efecto que las dietas con un mínimo consumo de carne, vegana y vegetariana en la salud y el medio ambiente. De acuerdo con los estudios, la alimentación vegetariana evitaría la muerte prematura de 20 561 personas en el Ecuador hasta el 2050 y de 7.3 millones en todo el mundo.
Los beneficios también serían económicos. Se generaría un ahorro de USD 2 412 billones de gastos asociados a la salud en el país y USD 970 billones a escala mundial.
Aunque en Ecuador no hay cifras sobre el número de personas que optan por esta alimentación, una encuesta realizada por el grupo Nielsen en el 2016 muestra que el 8% de los latinos han optado por el vegetarianismo. En el planeta, el 14% de los encuestados respondieron que son vegetarianos.
Para John Preissing, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Ecuador, la solución no es eliminar la industria ganadera, ya que es una forma de combatir la desnutrición que existe en la región.
Actualmente la FAO, junto a los ministerios de Ambiente y Agricultura, está llevando a cabo el programa de Ganadería Climáticamente Inteligente, que involucra a más de 700 productores y más de 5 000 hectáreas.
El objetivo es trabajar con los miembros de este sector para generar una práctica que genere menos contaminación al ambiente y sea productiva. Esta iniciativa se inició en el 2016 y se prevé que se extienda hasta el 2020.
Según la FAO, los productos de la ganadería suministran un tercio del consumo mundial de proteínas y son una posible solución para la desnutrición.