Pichincha encabeza las provincias con más defunciones por covid-19 del 2020, de acuerdo con el último registro del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
El informe, que detalla las causas por las que mueren cada año los ecuatorianos, esta vez incluye al coronavirus como el causante de 5 639 muertes en la provincia, la cifra más alta registrada en el país.
Las estadísticas del Ministerio de Salud Pública (MSP) y del Registro Civil- las únicas con las que contaba la ciudadanía- han ubicado a Guayas como el territorio de más mortalidad acumulada del 2020.
Pero, según el INEC, en esta provincia costera fallecieron por el virus, entre confirmados y probables, 5 060 personas, 579 menos que en Pichincha.
Las cifras de esta entidad, incluso, son más altas que las del MSP, pues las de la Cartera de Estado solo corresponden a decesos ocurridos en hospitales públicos y privados. El Ministerio cerró el 2020 con 2 509 fallecidos en Pichincha y 3 776, en Guayas.
Para el epidemiólogo Marcelo Aguilar, la mortalidad en Pichincha se incrementó conforme se han abierto las actividades sociales y productivas y ocurre de forma paulatina en un período más largo.
Las muertes en Guayas -agrega- ocurrieron mayormente en marzo y abril 2020, en la fase explosiva, donde no hubo diagnósticos ni medidas sanitarias ni sociales.
El Registro Civil ha reportado 34 285 defunciones por todas las causas, incluida la infección viral, en Guayas. Con relación al 2019, el aumento fue de 17 232, por lo que se ha considerado la zona más enlutada.
En el caso de Pichincha, reportó 17 265 decesos en ese período, lo que significó un exceso de 6 268 fallecimientos.
A escala nacional, las muertes excesivas, según el Registro Civil, sumaron 41 152.
Frente a estos datos y los del Ministerio, el INEC explica -en su informe- que encontró imprecisiones en las actas de defunción, por lo que realizó un cruce de datos del Registro Civil y del MSP para determinar cuántos fallecieron y las principales causas de sus muertes.
Como resultado de este trabajo determinó que de manera global murieron 115 516 personas en el 2020 y de estas 41 077 fueron en exceso respecto al 2019. Esta última cifra es similar a la del Registro Civil.
Pero de la cantidad global de fallecimientos en exceso, el INEC estableció que 23 793 perdieron la vida por el SARS-COV-2 confirmado o sospechoso, es decir, un 58%.
El resto de las muertes ha sido asociado con enfermedades respiratorias como influenza y neumonía, isquémicas del corazón, diabetes, hipertensivas, cerebrovasculares, entre otras. Algunas de estas patologías tuvieron un crecimiento exponencial superior al 50%, que se evidencia más en Guayas.
Byron Núñez, infectólogo y catedrático de la U. Central, cree que la mortalidad en exceso por influenza y neumonía (2 778) debiera ser atribuida al covid-19, pues en los meses de repunte en Guayas no se hacían pruebas PCR. “La gente murió en las calles sin exámenes ni diagnóstico clínico y no se muere de neumonía”. Por esto, Núñez cree necesario que se ajusten los datos de provincias y nacional.
La ministra de Salud, Ximena Garzón, por su parte, reconoció el jueves pasado en rueda de prensa que, debido a la pandemia, se ha descuidado a otro tipo de pacientes, que demandan atención oportuna y que han muerto por eso.
El INEC también reporta en su informe las causas de muerte de cinco ciudades, en las que se destaca Quito con 4 061 fallecidos por coronavirus frente a 3 663, de Guayaquil.
Ambas ciudades han sido las más golpeadas por la pandemia y todavía afrontan una alta ocupación de camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y de hospitalización. Según la ministra Garzón, se prevé una disminución de pacientes para agosto y septiembre próximos.
Luego de Pichincha y Guayas, las tres instituciones generadoras de datos coinciden en que Manabí y El Oro registran más decesos por el virus en 2020 (ver cuadro).
Otros datos que han sido confirmados por el INEC señalan que los hombres son los que más fallecen por la enfermedad, con un peso del 66%.
Los grupos etarios más golpeados fueron los mayores de 65 años y adultos, entre 50 y 64. Entre ambos representan el 90% de los decesos.