Universidades del país estudiaron el covid-19

En el Laboratorio de Investigación de la UDLA se realizaron análisis del virus.  Foto: cortesía UDLA

En el Laboratorio de Investigación de la UDLA se realizaron análisis del virus. Foto: cortesía UDLA

En el Laboratorio de Investigación de la UDLA se realizaron análisis del virus. Foto: cortesía UDLA

Uno de los logros de las universidades ecuatorianas durante la pandemia ha sido trabajar en conjunto. Por ejemplo, la iniciativa global de datos científicos Gisaid tiene información de 53 genomas secuenciados en el país.

De los genomas identificados en el Ecuador, 42 fueron analizados por centros de educación superior, cinco por hospitales, cinco por el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública y uno por un laboratorio privado.
Desde el inicio se emprendieron estudios para identificar la presencia del virus y conocer mejor al patógeno.

Fabricio González, catedrático e investigador de la Universidad Central del Ecuador (UCE), dice que la catástrofe causada por el nuevo coronavirus tuvo una faceta positiva en la colaboración de varias universidades contra el virus.

Rodrigo Henríquez, académico de la Universidad de las Américas (UDLA), resalta la participación de delegados de casi todas las universidades del país en las mesas técnicas de los Comités de Operaciones de Emergencia.

Por otro lado, la UDLA apoyó en la implementación de laboratorios de diagnóstico de covid-19. Lo hizo junto a la Universidad Ikiam, en la Amazonía, y fue la primera en instalarlo en Galápagos. La UDLA desarrolló, además, el único kit para realizar pruebas PCR aprobado en el país y el segundo en Latinoamérica.

Para González sobresale el hecho de que se haya vuelto común hacer diagnóstico genético local, precisamente con los análisis moleculares PCR. Esto solía ser excepcional antes de la pandemia y era realizado más en el exterior.

Pero sin duda, uno de los ejes de investigación de la academia que tuvo éxito en el país ha sido la secuenciación del genoma de las cepas del nuevo coronavirus que circulan en las ciudades del Ecuador.

Al respecto, César Paz y Miño, director del Centro de Investigación Genética y Genómica (CIGG) de la Universidad UTE, dice que en este ítem se trabaja sobre todo en la Universidad San Francisco (USFQ) y en la UCE. Allí laboran equipos de microbiólogos y genetistas, encabezados por los investigadores Paúl Cárdenas y Lucy Baldeón, respectivamente.

El microbiólogo Cárdenas recuerda que en su laboratorio de la USFQ se secuenció por primera vez el SARS-CoV-2 en el país. Afirma que, en el momento, se lo ha hecho ya con más de 100 cepas del virus en todo el Ecuador.

Para él, más que una coordinación entre universidades ha existido el aporte de unas a otras, para desarrollar investigaciones propias. Por ejemplo, la Universidad Espíritu Santo de Guayaquil, la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) e Ikiam pudieron secuenciar las muestras del virus recolectadas en las zonas en las que trabajan, con la colaboración de la USFQ.

Al secuenciar más genomas del virus, se puede saber cuántas veces ha ingresado el microorganismo al país, qué tipos de cepas existen, cuáles predominan aquí y qué transformaciones ha sufrido el nuevo coronavirus a en estos meses.

A través de la secuenciación del SARS-CoV-2 se supo qué cepa era la del primer caso registrado en el Ecuador y de dónde provino. Se hizo un análisis de su genoma completo, usando un secuenciador de ADN de nueva generación, llamado Nanopore. Se pudo así determinar la transmisibilidad de la enfermedad en el país y cómo se movían las diferentes cepas del coronavirus.

Alidentificar cepas más o menos agresivas también se puede conocer sobre mutaciones que son determinantes a la hora de que una vacuna funcione o de analizar el riesgo biológico en zonas específicas.

La investigación universitaria locas también se desarrolló en torno a los efectos del virus en pacientes ecuatorianos. En este año se han registrado
2 910 artículos académicos que abarcan temas como telemedina y covid-19; medicación experimental; terapia respiratoria postcovid, entre otros.

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