Tráfico por redes se potenció en la pandemia

Esta semana llegaron tres tortugas, reportadas por redes sociales, hasta el Hospital Tueri, en Quito. Foto: Cortesía

Aunque el surgimiento del covid-19 ha sido asociado al tráfico de fauna silvestre, esta actividad ilegal no se ha detenido. Por el contrario, especialistas y estudios demuestran que la comercialización de animales ha recobrado impulso con la ayuda de herramientas como las redes sociales y los sitios de venta en Internet.
El uso de estas plataformas para la promoción de fauna se ha duplicado desde el 2015, pero durante el confinamiento ha sido una opción para realizar transacciones sin salir de casa.
Según un informe internacional de la Coalición para Acabar con el Tráfico de Fauna Silvestre en Internet, la venta en redes sociales o sitios web especializados se ha potenciado con el cierre de los mercados para la venta física de estos animales. Lo más probable, dicen los expertos, es que en la Internet se estén traficando mamíferos vivos, aves y la carne de estos animales que iba a ser vendida en las tiendas, antes de que cerraran.
Otro aspecto preocupante para los miembros de la coalición es la constante promoción en redes de “curas milagrosas” para el covid-19 obtenidas o realizadas con partes del cuerpo de los animales. En estos meses se han detectado anuncios en los que se oferta bilis de oso, cuernos de rinoceronte y huesos de tigre.
Un reciente estudio de WWF, obtenido por la agencia Reuters, revela que hasta mayo de este año se contabilizaron 2 143 animales de 94 especies promocionados en Facebook, solo en Myanmar. El 92% de los anuncios se referían a ejemplares vivos. La red social tuvo que eliminar más de 500 publicaciones y grupos entre abril y junio. Facebook coincide en que la pandemia no disminuyó la demanda por fauna silvestre.
En junio, 50 personas fueron capturadas en Colombia por tráfico de animales y plantas. Estas promocionaban los ejemplares en redes sociales o grupos de mensajería instantánea y después los entregaban bajo pedido. En este operativo se confiscaron 502 especímenes de fauna silvestre.
Diego Cisneros-Heredia, director del Hospital de Fauna Silvestre Tueri de la Universidad San Francisco de Quito, coincide en que la pandemia ha potenciado el problema. Durante la emergencia recibieron una denuncia sobre la venta de piel de boa y esta semana llegaron tres tortugas relacionadas con esta problemática medioambiental.
Julia Salvador, coordinadora del Programa para el Combate al Tráfico de Fauna Silvestre de Wildlife Conservation Society Ecuador, cuenta que está organización está liderando un estudio piloto en la región sobre el tráfico en el ciberespacio. Los datos preliminares muestran que lo que más se comercializa en la Internet en Ecuador son animales vivos destinados al mercado de mascotas como loros, pericos, guacamayos, culebras, tortugas, anfibios y primates.
Salvador dice que los anuncios se dan en grupos cerrados, se utilizan palabras claves o códigos y las publicaciones son rápidamente borradas.
Según datos de la Unidad de Protección del Medio Ambiente de la Policía Nacional, de enero a agosto de este año se retuvieron 2 315 animales silvestres y 144 kg de su carne en territorio ecuatoriano.
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