Chicos y chicas haciendo pilates reformer. Foto: Eduardo Terán Urresta/ EL COMERCIO
Redacción Deportes (D) deportes@elcomercio.com
Se acercan las fiestas de Quito, de la Navidad y de fin de año y con ellas también llega el estrés. Una forma de contrarrestar la subida de peso, tonificar y relajar los músculos es practicando el método pilates, al menos, tres veces a la semana.
El tradicional, creado por Joseph Pilates en el siglo XX, se centra en el desarrollo de los músculos internos para mantener el equilibrio corporal, dar estabilidad y firmeza a la columna vertebral.
Este se practica sobre una colchoneta colocada en una superficie recta. El trabajo que se realiza aquí es anaeróbico, por lo tanto es recomendado para personas que tienen problemas en sus rodillas y a nivel de la zona lumbar, ya que no hay impacto. El término anaeróbico indica que no trabaja la resistencia de media o larga duraciones, es por eso que casi no existen beneficios a nivel cardiorrespiratorio.
Con el pilates reformer, una técnica del tradicional y en que se incluye una especie de plataforma rectangular con un carro deslizante, en cambio, el deportista tonifica los músculos y gana flexibilidad y fuerza. Inicialmente, se trabajan los músculos de la zona abdominal, después los de la espalda, brazos y piernas.
En esta modalidad se realizan movimientos completos y variados que ponen a trabajar a todos los músculos del cuerpo.
Generalmente, se utiliza el propio peso para ejecutar los movimientos. Después y para alcanzar mayor resistencia se añaden implementos.
Y si se preguntaba: ¿se puede bajar de peso asistiendo a clases de pilates? La respuesta es sí. Debido a la demanda y oferta de disciplinas enfocadas a mejorar el estado y apariencia física de las personas, los gimnasios del país ya ofrecen el pilates funcional.
En esta variación los deportistas realizan ejercicios aeróbicos que permiten la quema de calorías. Jairo Cárdenas, de Balance Fitness Center, afirma que en promedio, en una hora de clase, sus alumnos se deshacen de 500 a 600 calorías diarias. Con el reformer, en cambio, se queman hasta 300 calorías.
El instructor personal aclara que el número de calorías que se eliminan en una jornada depende del metabolismo de cada individuo.
Para practicar el método pilates, en cualquiera de sus variaciones, solo basta tener predisposición para cumplir con la clase, que por lo general, dura 60 minutos. Pueden asistir personas desde los 12 años en adelante. “No existe un límite de edad”, afirma Cárdenas, que aseguró haber dirigido a una persona de 90 años.
Eso sí, el único requisito para empezar la clases es contar con una persona especializada, con los suficientes conocimientos. Con ello evitará lesiones y dolores musculares, sobre todo, en la zona lumbar.