Es similar al brazo de Iron Man, pero en lugar de dedos tiene una especie de aguja y su función es medir el nivel de energía que emiten los celulares, tabletas, computadoras, módems de celulares… mientras estos aparatos son utilizados por las personas.
El objetivo es determinar si aquella energía afecta o no a la salud, de acuerdo con las formas de uso. Un celular, por ejemplo: los usuarios lo colocan completamente en su oreja y lo pegan a la mejilla o lo levantan levemente. Estas posiciones se consideran a la hora de hacer las pruebas.
Los técnicos de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Supertel), propietaria de este equipo, realizan llamadas simuladas con diferentes marcas de celulares y los colocan según el uso que la gente da a estos dispositivos. De esta manera miden el nivel de energía que desprenden.
La punta del robot está compuesta de tres antenas, que atraviesan una capa de líquidos químicos que imitan los componentes de la cabeza y del cuerpo humano. Mientras el teléfono está en la parte inferior del rostro simulado, se hace una llamada y la aguja penetra las tres capas del líquido.
El robot está encerrado en una especie de caja fuerte del tamaño de un dormitorio.
La intención es que esté aislado para que elementos externos no interfieran en las pruebas que realiza el personal técnico de la Supertel con los equipos de medición.
En el exterior están las computadoras y simuladores que controlan el nivel de radiaciones. Hay una pantalla de más de 50 pulgadas a través de la cual se observa el trabajo del robot. En las computadoras se despliega la imagen de una cabeza y en el lado de la oreja se concentra la tonalidad de la energía que emite el teléfono. Los valores están dentro del estándar internacional de la tasa de absorción que no supera el dígito 2.
Las llamadas duran desde 10 segundos hasta una o dos horas, según el equipo. Durante este tiempo se produce una transferencia de datos.
Claudio Rosas, intendente nacional técnico de control de la Supertel, explica que el robot realiza pruebas de los equipos de telecomunicaciones desde hace 15 días y que se espera alcanzar al menos un análisis de 20 equipos al mes. Hasta el momento se ha analizado en promedio unas siete unidades y no se han encontrado novedades.
Según estas pruebas, los teléfonos cumplen con los estándares de calidad que mencionan sus fabricantes.
La Supertel espera hasta junio próximo dar un primer informe sobre las mediciones de este equipo.
A ntes de la existencia de este brazo electromecánico, la entidad de control hacía una verificación de los equipos solo con papeles. Ahora, el robot permite comprobar si los datos que constan en los equipos son ciertos.
En caso de existir novedades, la entidad conversará con los fabricantes.
En contexto
En 21 años, la Superintendencia de Telecomunicaciones (Supertel) captó 18 herramientas tecnológicas para el control de los servicios de telecomunicaciones en el país. El último equipo técnico adquirido es un robot que mide las radiaciones nocivas de los celulares.