Una nueva tecnología que permite adecuar la intensidad del color de los cristales e, incluso, que se autorregulen en función de la intensidad lumínica del ambiente fue presentada por científicos españoles a través de unos anteojos “inteligentes”, que filtran la luz y mejoran la agudeza visual.
“Estas gafas con filtros ópticos son útiles y cómodas para personas con baja visión, una característica común a muchas enfermedades visuales en las que se reduce la agudeza visual, como retinitis, retinosis pigmentaria, retinopatía diabética, etc.”, explicó Ricardo Vergaz, de la Universidad Carlos III de Madrid y uno de los investigadores del proyecto.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, más de 135 millones de personas padecen de baja visión en el planeta. A diferencia de los anteojos fotocromáticos, que se oscurecen automáticamente cuando se exponen a la luz ambiental, los nuevos lentes incorporan unos filtros que regulan la luz gracias a un conjunto de sensores que captan el nivel y tipo de iluminación (sol, halógeno, tungsteno, etc.) y aplican, mediante un impulso eléctrico, una tensión sobre unos cristales electrocrómicos que cambian de color.
El dispositivo también se puede controlar manualmente, mediante unos botones ubicados en uno de los brazos de los anteojos.