Todas las cirugías son riesgosas, así lo afirma la cirujana general María Mercedes Almagro. Sin embargo, existen cinco niveles de riesgo dependiendo del estado del paciente previo a la cirugía. Para medir en qué escala se encuentra cada uno, se toma en cuenta la edad, los antecedentes personales y familiares.
Así, un joven sin ninguna enfermedad es calificado como de grado uno. A diferencia de una persona de más de 50 años que inmediatamente ingresa a grado 2. Si además tiene otra enfermedad, como diabetes, sube a nivel 3. Y, si adicionalmente, presenta otra dolencia, como insuficiencia cardíaca, puede llegar a grado 4 o 5. Los recién nacidos tienen un grado de riesgo 2.
Por otro lado, fuera de las condiciones de los pacientes, existen cirugías que implican mayor peligro que otras. Aquí les presentamos algunas de ellas.
- Trasplante de corazón: Consiste en extirpar un corazón lesionado o enfermo y reemplazarlo por un corazón sano de un donante. Los riesgos que implican son coágulos de sangre, daño a los riñones, hígado y otros órganos, ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. También aumento del riesgo de infecciones por los medicamentos y por las heridas.
- Reparación de aneurisma cerebral: Es un procedimiento que se practica para corregir un aneurisma (cuando existe sangrado en partes del cerebro). Cuando se realiza una cirugía del cerebro, para cortar un aneurisma, puede causar problemas con el habla, la memoria, la debilidad muscular, el equilibrio, la visión y otras funciones. Puede producir convulsiones, un coma, un accidente cerebrovascular e inflamación cerebral.
- Trauma de hígado: Se produce por accidentes en los que el órgano afectado es el hígado, aunque también pueden dañarse otras partes del cuerpo. En esos casos, el paciente puede morir si no se separa el sangrado.
- Transplante de pulmón: Consiste en reemplazar uno o ambos pulmones enfermos por sanos de un donante. Para esto se hace un corte en el tórax (cuando es de uno) o debajo de la mama (cuando es de ambos). Puede durar de cuatro a 12 horas. Pueden existir problemas en onde se fijaron los nuevos vasos sanguíneos y vías respiratorias, además del rechazo de los nuevos órganos. Hay riesgo futuro de padecer ciertos cánceres.
- Cirugía de derivación gástrica: Es el procedimiento para tratar la obesidad. Usualmente se recomienda para hombres que excedan por lo menos las 100 libras y en las mujeres con 80 libras de excedente en el peso. Consiste en cambiar la forma como el estómago y el intestino delgado manejan el consumo de alimentos. El estómago será más pequeño. Los riesgos son reacciones alérgicas a los medicamentos, coágulos de sangre, sangrados, problemas respiratorios, ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.