La Secretaría de Educación Superior (Senescyt) informó que el presupuesto para universidades y escuelas politécnicas se ha incrementado en este 2021. En un comunicado difundido este 23 de agosto se lee que se pasó de USD 1 077 millones en el 2020 a USD 1 106 millones en este año.
De ese valor, en el comunicado se detalla que USD 429 millones corresponden a recursos provenientes del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Otros USD 408 millones provienen de la recaudación del Impuesto a la Renta; 184 millones son de compensación por gratuidad; 39 millones, compensación por funcionamiento y 46 millones son de compensación por donaciones de Impuesto a la Renta.
El único rubro que se ha disminuido en comparación con el 2020, dice la Senescyt, es la participación en la recaudación del Impuesto a la Renta. “Sin embargo, los otros componentes se han mantenido o incrementado”.
En el comunicado se lee que el gobierno propuso al Consejo de Educación Superior (CES) redistribuir los recursos con el propósito de fortalecer las universidades y escuelas politécnicas públicas, mientras se definen mecanismos de compensación para la proforma 2022.
Este martes 24 de agosto del 2021, EL COMERCIO conversó con autoridades de tres instituciones de educación superior públicas del país. Una de ellas, el rector de la Universidad Técnica de Manabí (UTM), Vicente Veliz, quien señaló que no hay tal incremento. En su caso, el presupuesto pasó de USD 48 millones en el 2020 a 46 en este año.
El rector dice que tienen cuatro veces el número de estudiantes de otras universidades públicas de las grandes ciudades y su presupuesto es el 60% del que tienen las mismas. Para la asignación del presupuesto, dice, debería hacerse una correlación con el número de estudiantes, de carreras, de PhD, entre otros aspectos. “Somos la única universidad pública que ha crecido sostenidamente en los últimos seis años”
Hace ocho años, Veliz señala que tenían 14 000 estudiantes y hoy son 30 000. Pasaron de 30 a 49 carreras; de 2 000 cupos de ingreso a 6 100; de un docente con PhD a 270 y de cero programas de maestría a 68, con 3 000 estudiantes.
Un alumno de la UTM le cuesta al Estado algo más de USD 1 500, dice su rector, mientras que en otros centros ese valor supera los 8 000, por lo cual le parece una repartición injusta.
Frente a esa reducción, asegura que no comprende cómo se refleja el incremento de la participación en el IVA de las universidades públicas, tras la eliminación en ese rubro de las ocho cofinanciadas.
Las ocho universidades particulares que reciben rentas del Estado para becar a jóvenes de escasos recursos tienen en sus aulas a estudiantes que postulan a través de la Secretaría de Educación Superior (Senescyt). Estas pasaron de recibir el 3% de la fuente IVA, al 0%. Según el informe de la Secretaría, el cambio se hizo para aumentar el porcentaje de las públicas, del 93 al 96,5%.
Girard Vernaza, rector de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, de Esmeraldas, coincide con su par de Manabí. Con lo que quitan del IVA a las universidades cofinanciadas para pasar a las públicas, dice, no es suficiente “No se trata de quitarle al uno para darle al otro, se trata de darles a todos lo que realmente les corresponde”.
En esa institución también hay una reducción. Su rector asegura que el presupuesto del 2020 fue de USD 18,8 millones. Este año es de 17,3.
Vernaza detalla que en el período 2016-2017 tuvieron un presupuesto de alrededor de USD 19 millones, cuando acogían a 5 300 estudiantes. Hoy tienen casi 11 000 alumnos. “Esmeraldas está en una zona fronteriza. Si no les damos oportunidad a los jóvenes, ¿de qué equidad e igualdad, de qué justicia social estamos hablando? Estamos marginando a una provincia negra de la posibilidad de tener una universidad con educación de calidad, si sus recursos apenas alcanzan para pagar profesores auxiliares y agregados”.
Cuentan con 473 profesores, de los cuales 22 tienen PhD. El docente que menos gana, dice el rector, recibe USD 1 850.
En el caso de la Universidad Central del Ecuador (UCE), técnicamente habría un incremento de USD 142 millones en el 2020 a 154 en el 2021. Sin embargo, su vicerrector administrativo, Marco Pozo, recuerda que en el 2020 ya tuvieron una reducción de cerca de 12 millones.
Además, Pozo señala que todavía está pendiente la revisión de las fuentes de financiamiento, ya que es probable que el aumento provenga de los recursos propios de la universidad. El presupuesto de la UCE, explica, tiene dos componentes: los recursos que provienen del Estado y los de autogestión. Cada año, la Central genera alrededor de USD 25 millones por programas de posgrado, educación continua, consultorías, etc., explica el economista.