Ecuador enfrenta un incremento acelerado de casos de covid-19 y en la primera semana de enero se registraron 11 362 nuevos contagios. Debido a esta nueva ola de la enfermedad, en las últimas semanas cientos de personas acuden a distintos centros públicos y privados para realizarse una prueba de detección.
Ante la sobredemanda de pruebas PCR y de antígenos, la ministra de Salud, Ximena Garzón, informó el pasado 4 de enero que estos insumos ya no estarán disponibles a libre demanda en el sistema público, sino que deberán ser prescritas por un médico.
De esta manera, las personas que presenten síntomas respiratorios pueden acudir a cualquier centro habilitado por el Ministerio de Salud y un médico evaluará si necesita una prueba PCR o de antígenos.
Ayer, 10 de enero, en la sesión del Comité de Operaciones (COE) Nacional, la Ministra recalcó que en el país hay suficientes pruebas y recordó que estas se realizan con fines epidemiológicos y en zonas donde existen “focos calientes” de contagios.
¿Es necesaria la prueba?
El epidemiólogo Alberto Narváez explica que no es necesario que una persona se haga la prueba siempre y cuando exista un antecedente de un contacto positivo al virus en su hogar. Es ese caso, y si la persona presenta síntomas leves, la recomendación es el aislamiento por cinco días y el uso estricto de la mascarilla por cinco más, en total 10 días.
El especialista señala que, según las últimas investigaciones, en los vacunados el tiempo de la enfermedad y de contagio disminuyó mucho, sin embargo, es importante que si una persona presenta síntomas, por más leves que sean, debe aislarse por cinco días y usar mascarilla por ese mismo tiempo, inclusive en la casa.
El epidemiólogo Daniel Simancas coincide con Narváez y señala que no es necesario que se hagan la prueba todos los miembros de la familia si uno ya es positivo ya que al ser Ómicron una variante más transmisible, es muy probable que se hayan infectado y deben mantener el aislamiento.
Simancas recomienda mantener esta medida durante siete días en personas sin síntomas y vacunados, más tres días de uso permanente de doble mascarilla para salir del aislamiento. En el caso de personas no vacunadas deben mantener el aislamiento por 10 días y usar doble mascarilla tres días más, en total 13 días.
Por el contrario, si la persona presenta signos de alarma como el pulso rápido, más de 120, fiebre de más de 38 grados, frecuencia cardíaca acelerada, entre otros, debe acudir de inmediato al médico.
Diferencias entre aislamiento y cuarentena
El especialista también resalta las diferencias entre aislamiento y cuarentena, aunque las dos comparten dos estrategias: quedarse en casa y utilizar mascarilla.
Por un lado, el aislamiento se hace para casos confirmados y sospechosos por sintomatología de covid-19. Aquí se mantiene a la persona alejada de los demás, incluso en su propia casa.
La cuarentena, en cambio, mantiene alejada de los demás a una persona o grupo de personas que estuvieron en contacto cercano con alguien que tiene coronavirus. Ahí permanecen hasta saber si se convierten en casos confirmados o sospechosos.
En el aislamiento los galenos recomiendan que el paciente permanezca en otro cuarto, pero si no es posible, mantener una distancia de 1.80 metros con los demás.
Tanto en el aislamiento como en la cuarentena se recomienda mantener las medidas de bioseguridad.