Para los jóvenes es complicado escoger una carrera universitaria, porque la oferta no siempre se adapta a sus gustos o porque temen no encontrar un trabajo adecuado al finalizar sus estudios. Hay quienes se inclinan por las profesiones de sus padres, con la idea de que les podrá gustar en el futuro, o escogen carreras tradicionales para tener mayores oportunidades laborales.
Sin embargo, las alternativas actuales se han ido adaptando a las nuevas aficiones y necesidades de la sociedad. Es así que ahora existen carreras para la creación de videojuegos, creación de contenido digital, robótica, ciencias de datos, mecatrónica, entre otras.
Para Esteban Andrade, vicerrector de la Universidad Internacional SEK (Uisek), lo más importante al escoger una profesión es no tener temor a las nuevas alternativas que en poco tiempo serán demandadas en el Ecuador. Además, considera importante que los jóvenes piensen en todas las aristas que conlleva elegir una opción, no solo si les gusta, sino cómo la van a aplicar en su vida. “No deben temer al buscar alternativas de autocrecimiento o de proyectar sus propias empresas”.
Si bien el mercado ecuatoriano no garantiza aún empleabilidad en algunas áreas, ahora se puede trabajar de manera remota en cualquier parte del mundo, donde sí se requerirá de profesionales formados en estas nuevas carreras.
El proceso de selección
Andrade considera importante que los bachilleres conozcan lo que desean estudiar para que puedan vivirla realmente. Por esa razón, recomienda que ellos visiten las universidades para que sepan, qué y cómo se estudia y las áreas donde podrían desarrollarse una vez que se gradúen.
“Han venido chicos interesados en estudiar Medicina y luego de conocer la facultad y ver lo que se hace se dan cuenta que su gusto está más en el área de la investigación o en el desarrollo de vacunas, y terminan escogiendo la carrera de Biomedicina”.
Las universidades brindan la oportunidad de revalidación de materias para quienes a medio camino quieran cambiarse de área de estudio. También, una serie de habilidades blandas a través de la formación complementaria, por ejemplo, programas de emprendimiento e innovación para que sepan generar su propio negocio o un plan de vida.
Incluso hay clubes que les ayudan a socializar con otros profesionales y a trabajar en la complementariedad del conocimiento. Se suman las prácticas preprofesionales para integrarse a la sociedad.
Otra opción actual
Hay carreras de la modalidad dual en el país que forman a los estudiantes 50% en el aula y 50% en empresas, para que conozcan cómo se trabaja en el mundo real. A esto se añade el seguimiento a los graduados por bolsas de empleos y conexiones entre los exalumnos para su empleabilidad.
“Los graduados son nuestra principal fuente de información para ofrecer nuevas carreras, cambiar el currículo, actualizar ciertas cosas porque ellos están en el mundo laboral”, dice Andrade.
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