Miedo y humor marcan el final de la segunda vuelta en Perú

En San Miguel del Ene, un guardia vigila en la madrugada del miércoles último un velorio para recordar las víctimas que murieron durante un ataque del grupo terrorista Sendero Luminoso. Foto: EFE

El miedo al comunismo, al autoritarismo enquistado en el poder (Venezuela, Cuba, Nicaragua) y al regreso del terrorismo de Sendero Luminoso compite con el miedo a la corrupción y la violación de los derechos humanos de 10 años de fujimorismo.

Dos ideas que, de un lado y del otro, se busca posicionar para ganar votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú.

Pero la campaña electoral no se ha limitado al miedo, sino que también deja espacio para el humor. Memes, videos, imágenes y hasta marchas ridiculizando al candidato contrario vienen marcando la carrera hacia la Casa de Pizarro, que finaliza en una semana.

Para esta nocheestá previsto el último debate entre el candidato de izquierda Pedro Castillo y la candidata de derecha Keiko Fujimori. Es organizado por el Jurado Nacional de Elecciones en Arequipa, ciudad sureña del país andino.

Las simulaciones de votación y las encuestas de intención de voto muestran cada vez datos más parejos entre las dos candidaturas.

El viernes pasado, la empresa Datum y el diario de finanzas Gestión difundieron una encuesta de intención de voto con apenas una décima de diferencia entre ambos candidatos: un empate técnico.

Hoy está previsto que la empresa Ipsos, junto con diario El Comercio de Perú, difundan los resultados de una nueva simulación de votación que se realizó en días pasados.

Será de los últimos pronósticos que se puedan difundir en el país vecino del sur, ya que a partir de mañana está prohibida su publicación.

Apenas el 23 de mayo, el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) junto con el diario de tendencia de izquierda La República difundió otra encuesta en la que señalaba que Castillo le llevaba 10 puntos a Fujimori.

Pero, al parecer, la masacre de 16 personas (cuatro de ellas menores de edad) en la región del Vraem, al sur de Perú, el domingo pasado, ha golpeado directamente la intención de voto de Castillo.

El nombre Vraem es una abreviación de la región del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, donde aún opera el grupo comunista Sendero Luminoso que, en las últimas décadas del siglo pasado después de asesinar a más de 40 000 personas , fue prácticamente eliminado. En esta región existe la mayor parte de los sembradíos de hoja de coca en el Perú y operan organizaciones de narcotraficantes junto con Sendero.

La matanza se dio en el poblado San Miguel del Ene, departamento de Junín, fronteriza con el departamento de Ayacucho, donde se fundó Sendero Luminoso.

La relación con Sendero Luminoso y la ideología comunista se ha tratado de endosar a Pedro Castillo, desde la campaña fujimorista.

Pero Castillo ha condenado la matanza en el Vraem y en las últimas semanas ha buscado mostrarse como un izquierdista moderado.

No obstante, ha sido acusado de tener vínculos con el Movadef, brazo político de Sendero Luminoso, como también con Vladimir Cerrón, fundador de Perú Libre, partido político por el que compite Castillo.

Cerrón -quien tiene una sentencia por corrupción cuando fuera gobernador de Junín-, ha declarado abiertamente su admiración por Fidel Castro, Chávez y Maduro.

Castillo, sin embargo, ha insistido en que Cerrón no tendrá parte en su gobierno “ni como conserje”. Añade que todas las vinculaciones que se le quieren atribuir con Sendero, el comunismo o el chavismo son falsas y que él es víctima del denominado “terruqueo”.

Esta expresión es muy particular del habla peruana. En Perú, a los terroristas se los califica como “terrucos” y “terruquear” significa atribuir cualidades de terrorista o de comunista a una persona por sus ideas. De ahí que también a la excandidata presidencial de izquierda radical, Verónika Mendoza, la molestaban con el mote de ‘Terrónika’.

El ‘terruqueo’ ha tomado tintes humorísticos ya que la semana pasada el sitio de hospedaje canino ‘Perrotel’, ubicado en Lima, publicó en sus redes sociales que no recibiría “a perros de familias comunistas”, porque el comunismo ha provocado un estado de pobreza y hambre tal en Venezuela, que en ese país se comen a los canes.

En respuesta, los simpatizantes de Castillo marcaron tendencia en Twitter con el hashtag #NoalPerruqueo, al argumentar irónicamente que de ese modo se estaba discriminando a los perros izquierdistas y “progres”.
No faltaron memes y fotos de mascotas adhiriendo a esta campaña, con pañuelos rojos o indumentaria con símbolos de izquierda o de personajes comunistas.

Otra respuesta al ‘terruqueo’ contra Castillo fue la marcha en rechazo a Keiko Fujimori y el gobierno de su padre Alberto Fujimori el sábado 22 de mayo en Lima. Bajo el eslogan de “Fujimori Nunca Más”, personas salieron disfrazadas de Vladimiro Montesinos (símbolo de la corrupción fujimorista) y del mismo expresidente, además de monigotes con formas de roedores. Marcharon familiares de personas desaparecidas en ese régimen.

Para Fernando Vivas, columnista y periodista de El Comercio de Lima, la campaña electoral ha estado marcada por una fuerte polarización.

No cree que el debate cambie los resultados finales, pero advierte que la masacre en el Vraem sí afectó a Castillo.
La segunda vuelta tendrá lugar el próximo domingo 6 de junio y la posesión del nuevo presidente será el 28 de julio.

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