'Epidemiólogos comunitarios' apoyan en la contención de la pandemia

Los 'epidemiólogos comunitarios' apoyaban en la realización de pruebas PCR y rápidas. Foto: cortesía.
Un grupo de 53 ciudadanos recibirá la certificación de ‘epidemiólogos comunitarios’. Se trata de personas que se capacitaron para apoyar en acciones de contención durante la pandemia de covid-19.
La iniciativa nació de la mano de organizaciones comunitarias y expertos en temas de salud. Entre ellos están la Plataforma por la Salud y Vida, la Coalición para el Desarrollo Ciudadano y los comités comunitarios parroquiales de salud. Además, se contó con el apoyo de la Universidad Central del Ecuador, según se conoció este 19 de noviembre del 2021.
Su trabajo arrancó en junio del 2020, con el objetivo de participar activamente en la contención del coronavirus. Primero, reunieron a los dirigentes barriales.
Los directivos recibieron capacitaciones sobre la enfermedad, medidas de bioseguridad, cuidado a posibles contagiados, etc. Luego, los ‘epidemiólogos comunitarios’ replicaban esos conocimientos en cada uno de sus barrios.
Otra de sus tareas era dar seguimiento a quienes presentaban síntomas de covid-19. Por ejemplo, tos, dolor corporal, fiebre y demás. Lo hacían por medio de llamadas telefónicas o visitas domiciliarias.
En estos recorridos iban acompañados por personal sanitario de la Secretaría Metropolitana de Salud. Estos últimos realizaban pruebas de diagnóstico PCR, antígenos y rápidas. En total realizaron 450 visitas, en el 2020. Y en lo que va del 2021 fueron 250.
Además, apoyaron en el Plan de Vacunación 9/100. Es decir, acompañaron a las brigadas en búsqueda de personas que no accedieron a la fórmula contra covid-19.
Este trabajo voluntario será reconocido este viernes. Los 53 ciudadanos recibirán un certificado como epidemiólogos comunitarios. El evento será en el Teatro de la Universidad Central, a las 15:00.
A continuación, dos testimonios de los ciudadanos que participaron en este proyecto.
'Con la organización comunitaria frenamos el avance del virus', Amparito Córdoba, de 73 años

“En el 2018 me jubilé. Fui médica por más de 30 años y trabajé en varios centros de salud. El último fue el de Carapungo, por lo que conocía de la existencia de comités comunitarios de salud.
En el inicio de la pandemia de covid-19 no sabíamos cómo apoyar, ya que no teníamos detalles sobre la enfermedad.
Ante ello, nos organizamos y capacitamos a los líderes barriales para que informen correctamente sobre el virus, la patología y, sobre todo, las medidas de bioseguridad.
A la par, solicitamos ayuda a los centros de salud y a la Secretaría Metropolitana para que acudan con pruebas de diagnóstico. Previamente recibimos las alertas de posibles casos; luego, verificábamos y mandábamos las brigadas de salud. Participamos en varios recorridos y visitas domiciliarias.
Todo nuestro trabajo fue voluntario. Es decir, no recibimos un presupuesto, pero creo que hicimos bastante, ya que pusimos todo nuestro esfuerzo.
Por ejemplo, promovimos la realización de pruebas rápidas para conocer si la población ya se había contagiado.
Lo importante de este grupo de ‘epidemiólogos comunitarios’ es que quienes apoyaron no están vinculados a áreas de la salud. Tenemos de todo: diseñadoras de moda, técnicos en computación, bachilleres, ingenieros en sistemas, etc.
Todos nos reunimos con un lema: ‘Con la organización comunitaria frenamos el avance del virus’. Esto fue fundamental en Calderón, que fue la localidad con más casos.
Después de varios meses de trabajo, hemos tenido alegrías, como el agradecimiento de las personas. Pero, también, hemos enfrentado problemas.
En una ocasión nos aliamos con un centro educativo para que nos ayuden con la toma de muestras. Todo iba bien, hasta que nos denunciaron por cobros a la ciudadanía. De inmediato solucionamos el inconveniente. Aclaramos que los comités comunitarios no cobramos ni un centavo”.
'Pese a que me contagié, seguí trabajando con la comunidad', Milton Encarnación, de 49 años

“Soy líder comunitario y me dedico a la elaboración de pasteles. Desde el inicio de la pandemia supe que la ciudadanía debía apoyar.
El primer paso debía ser prepararnos y saber más sobre el virus y la enfermedad. Por ello, me comuniqué con los dirigentes de otros barrios e hicimos varias reuniones de Zoom.
Luego, nos encontramos con profesionales sanitarios que impartieron sus conocimientos. Entre ellos están la doctora Amparito y el doctor Alberto Narváez -quien es docente de la Universidad Central-. Ellos nos formaron y pudimos ayudar en nuestras comunidades.
Apoyamos en la realización de las pruebas rápidas y PCR. Además estuvimos presentes en el Plan de Vacunación 9/100. Visitamos las localidades para identificar a quienes no habían accedido a las vacunas.
En uno de esos recorridos me contagié de covid-19. Afortunadamente no tuve síntomas graves. Sin embargo, uno de nuestros compañeros ‘epidemiólogos comunitarios’ se infectó y falleció.
Eso no nos quitó el ánimo. Pese al contagio, seguí apoyando a la comunidad. La alegría más grande que he sentido es el agradecimiento de las personas y saber que ayudamos a salvar vidas.
Recuerdo a una adulta mayores de 98 años, cuya familia se contagió. Nosotros logramos aislarla y ponerla a salvo. Ella nunca se infectó y está a punto de cumplir 100 años”.