Dulces de Corpus, tradición cuencana
Frutas de colores hechas con leche. Foto: Xavier Caivinagua
El Centro de la ciudad es su escenario. Este oficio se ha mantenido de generación en generación.
El Centro Histórico de Cuenca, y particularmente el parque Abdón Calderón, se llena de colores, olores y sabores con la tradicional feria de dulces, que se instala durante y después de las fiestas del Corpus Christi.
Se caracteriza por mostrar dulces de diversos sabores, formas y colores en islas ubicadas en los portales de las casas patrimoniales a la redonda del parque Calderón, en el impresionante marco de la Catedral de la Inmaculada, en la calle del Artista y en la famosa Plaza de las Flores.
Los sabores y olores se dispersan en más de 30 variedades de dulces, roscas, roscones, monjas, quesitos, cusquingas, suspiros, faldiqueras, pañuelos, figuras de frutas, entre otras. Son laboradas por experimentados artesanos, que han encontrado en los dulces una forma de vida.