Hace una semana, Jordan recibió la primera dosis contra el SARS-CoV-2. Tiene 15 años y aunque fue convocado en septiembre, en su casa querían estar seguros de que la vacuna no le causara estragos. “Hablamos con varios médicos porque teníamos temor por su antecedente”, cuenta Maryuri Jaén, su mamá.
En mayo de 2020 tuvo covid-19 y fue el primer caso notificado en Ecuador del síndrome inflamatorio multisistémico (SIM), asociado al virus en menores de edad.
Su cuadro fue poco usual: fiebre por sobre los 40°C, malestar intenso, dolor abdominal, vómitos… La falta de aire apareció al final y no levantó sospechas porque pensaban que se debía a su asma.
El diagnóstico, a primera vista, apuntaba a una apendicitis de intervención urgente. Pero la infectóloga pediatra Greta Miño recuerda que pidió un análisis de péptido natriurético, un parámetro para determinar la insuficiencia cardiaca. El rango normal de esta prueba es 97; el resultado fue 9 000.
La especialista apoyó a la Dirección Nacional de Vigilancia Epidemiológica para elaborar los lineamientos de detección, abordaje y seguimiento de los niños con SIM. Esa guía se difundió entre los pediatras para identificar signos de alerta, y fue así como en Los Ríos, en el cantón Urdaneta, en la parroquia Ricaurte, dieron con el cuadro de Jordan.
Han pasado 18 meses de esa notificación y Miño considera que aún es poco tiempo para conocer las secuelas. “Todos los niños que tuvieron el síndrome deben seguir bajo monitoreo, de tres a cinco años, porque no sabemos si tendrán, por ejemplo, una dilatación coronaria o no”.
Los males cardiacos son las complicaciones más frecuentes en niños que tuvieron SIM por covid-19.
La infectóloga explica que el virus puede gatillar la respuesta inmune en los menores, causando también enfermedades autoinmunes como la artritis juvenil sistémica. Por eso, insiste en la necesidad de extender los controles.
El año pasado fueron reportados 128 casos del síndrome en menores de 19 años. Ocho tuvieron pruebas PCR positivas a covid, en 56 fueron negativas y 64 estaban bajo investigación. Los informes actualizados del Ministerio de Salud Pública (MSP) registran solo 17 casos confirmados, entre 2020 y 2021.
El pediátrico Francisco de Icaza Bustamante, del MSP en Guayaquil, atendió a varios de estos pacientes de la Costa y de otras regiones. La infectóloga Judith Soffe recuerda que algunos casos graves fueron tratados en UCI; también hubo fallecidos cuando empezó la pandemia.
Quienes se recuperaron tuvieron un seguimiento inicial por teleconsulta con pediatras y sus padres fueron prevenidos para identificar posibles signos de alarma. Si surgían dificultades, recibían consultas ambulatorias con subespecialistas, según indica la especialista.
“Las complicaciones más serias son las cardiacas, como las pericarditis (inflamación de la membrana que rodea al corazón) y las alteraciones del ritmo (taquicardiaobradicardia), además enfermedades inflamatorias y autoinmunes. Por eso pueden llevar seguimiento con cardiología, infectología y reumatología”, explica Soffe; el monitoreo, detalla, incluye análisis sanguíneos y pruebas como electrocardiogramas.
Jordan estuvo 11 días en el Francisco de Icaza, después de pasar por los hospitales de Urdaneta y de Babahoyo, en Los Ríos. Luego de recibir el alta, su mamá cuenta que intentó conseguir las consultas de control.
“Llamé pero no me dieron cita, me dijeron que no había. Dejé de insistir y busqué atención particular”. En ese control privado, con análisis básicos, le detectaron un problema de coagulación que se normalizó con dieta y ejercicios.
Camilo Salinas era gobernador de Los Ríos cuando en Reino Unido, en abril de 2020, reportaron los primeros pacientes pediátricos con SIM por covid en el mundo: niños sin síntomas respiratorios, con elevada fiebre, malestar, dolores de cabeza y erupciones en la piel.
Poco después, el exministro de Salud recuerda que se creó una red para preparar al personal sanitario de la provincia en la detección. En mayo alertaron dos casos y uno se descartó, porque las pruebas confirmaron que se trataba de dengue.
“De aquí salió el modelo de atención para todo el país. Y desde entonces, en el mundo, han sido validadas 50 manifestaciones clínicas como parte de un covid prolongado, que pueden aparecer después de 21 a 30 días de la enfermedad. Varias de ellas afectan a niños, como las miocarditis (inflamación del músculo cardiaco)”.
30 655 casos de covid-19 en menores de 18 años han sido reportados en Ecuador.
Es el 5,9% del total de casos que se registra desde febrero del año pasado.
Pero la infectóloga Miño asegura que para tener el alcance real se debe multiplicar esa cifra por cinco. “Habría todo ese subregistro que debería buscarse. Hemos tenido tantos casos como el mundo publica, pero nosotros no los hemos documentado”.
Jordan no tiene complicaciones severas, pero sigue acudiendo a consultas particulares por una alergia crónica que apareció tras la infección por covid. Es una rinitis que trata con múltiples medicamentos. “No la tenía antes -dice su mamá-. En ocasiones siente que la nariz se le cierra y tiene que usar inhaladores”.