Foto referencial. Un especialista realiza pruebas de sangre donada durante la nueva pandemia de coronavirus covid-19. Foto: AFP
Una investigación realizada por el grupo de Bio y Quimioinformática de la Universidad de las Américas (UDLA) revela que hay varios sitios, antes no reportados por otros investigadores, que son clave para que el nuevo coronavirus pueda ingresar a las células humanas. El estudio fue encabezado por el bioinformático Vinicio Armijos y en este participaron también Yunierkis Pérez, experto en modelamiento, Justin Yeager, biólogo evolutivo y Clements Land, viróloga.
El estudio fue publicado en la revista científica británica Evolutionary Application. Armijos explica que se trata de un trabajo teórico, hecho en computadora, que elaboró modelos, por un lado de los receptores de las células humanas llamados AC2 y, por otro, de la parte del nuevo coronavirus que se une a este receptor.
El experto explica que encontraron varios aminoácidos, que conforman las proteínas, y también ubicaron con precisión los sitios en los que se encuentran. Estas sustancias son indispensables para la unión que permite que el virus entre a una célula e infecte a un ser humano.
Se buscó y encontró en el modelo que si esos sitios de enlace se movieran, la unión entre estas dos proteínas no se llevaría a cabo. Además, se hizo un análisis evolutivo, es decir, se vieron diferentes coronavirus presentes en varias especies, concretamente en murciélagos, en un pangolín y el actual SARS-CoV-2 para determinar si todos poseían los mismos sitios que posibilitan el ingreso de los virus a las células.
Se determinó que hay especies de animales que tienen virus más propensos a calzar en células humanas por la ubicación de las respectivas proteínas.
La otra gran conclusión del estudio es que hay sitios clave donde atacar al virus y evitar su proliferación, por ejemplo, cubriendo esas partes que el virus usa para adherirse e ingresar a las células. Si no entra no puede replicarse y no puede provocar una enfermedad como covid-19.
Esta aproximación teórica bioinformática se está probando ya en laboratorios de Estados Unidos y Europa. Armijos se congratula de poder hacer este tipo de análisis en tiempo real, pues la estructura genética del virus muta todo el tiempo. Ya hay 53 mil cepas del virus SARS-CoV-2 secuenciadas.
La idea de la investigación de la UDLA surgió cuando el nuevo coronavirus estaba todavía en Asia, entonces se supo cuál era la molécula que permitía que el virus invada las células humanas y se replique. Entonces Armijos y su equipo decidieron hacer un análisis evolutivo, es decir, ver qué otras especies de animales tenían este sistema de unión de sus células con la espiga del virus en forma de corona. Se analizaron las secuencias biológicas hasta obtener las conclusiones publicadas en la revista científica británica.