La meta es que para 2025 se cuente con mejores diagnósticos, tratamientos y formas de prevenir estas enfermedades.
Hacia esa meta apunta justamente un trabajo de investigadores de la Universidad de California en Davis, quienes descubrieron que “cuando el colesterol ‘malo’ está bajo y el ‘bueno’ está alto, hay menos depósitos de una proteína llamada amiloide en el cerebro”, dijo el doctor Bruce Reed, profesor de neurología en Davis y autor principal del trabajo. Esto ayuda a proteger el buen funcionamiento de este órgano, ya que esta proteína daña la comunicación entre las neuronas.
Aunque la relación entre colesterol alto y alzhéimer se conocía, este estudio es el primero que aclara que la causa de esto es un incremento de los depósitos de amiloide en el cerebro.
En el estudio participaron 74 hombres y mujeres, de 70 años y más. De ellos, tres tenían una demencia leve, mientras que 33 eran normales a nivel cognitivo y había 38 que tenían un daño cognitivo leve.
Los niveles de amiloide se obtuvieron usando un marcador que se une a esta proteína. Luego se obtuvo una imagen cerebral, al realizarles a los pacientes una tomografía de emisión de positrones (PET).
Los científicos concluyeron que lo recomendable es que los adultos se cuiden de tener el colesterol “bueno” en 60 o más mg/dL, mientras que el “malo” debe ser de 70 o menos.