Juan Cadena: ‘La ciencia propia requiere de trabajo en equipo’

Juan Cadena.  Docente e investigador de la Universidad Central, con una maestría en Nuevas tecnologías aplicadas a la educación y un posgrado en Entornos virtuales de aprendizaje. Miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Matemática, director del proyecto Etn

Juan Cadena.  Docente e investigador de la Universidad Central, con una maestría en Nuevas tecnologías aplicadas a la educación y un posgrado en Entornos virtuales de aprendizaje. Miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Matemática, director del proyecto Etn

Juan Cadena.  Docente e investigador de la Universidad Central, con una maestría en Nuevas tecnologías aplicadas a la educación y un posgrado en Entornos virtuales de aprendizaje. Miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Matemática, director del proyecto Etnomatemática y coordinador en Ecuador de la Red Latinoamericana de Etnomatemática. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Durante tres días, la Universidad Central fue el escenario del Primer Seminario Internacional de Etnociencias. El encuentro fue convocado para anunciar la creación del Instituto de Investigación en Etnociencias y contó con la presencia de académicos de Alemania, Inglaterra y Ecuador, invitados a exponer los avances en los campos de la matemática, ciencias de la vida y ciencias humanas.

Juan Cadena, académico de la Universidad Central, habló sobre la importancia de abrir un espacio para el desarrollo y divulgación de este tipo de conocimiento.

¿Qué se entiende por etnociencia?
Se refiere a la conjugación entre las ciencias occidentales positivistas, formales y antropocéntricas con los saberes ancestrales de las Américas, con una concepción temporal.

¿Cómo darle la calidad de ciencia a este conjunto de conocimientos?
No podemos negar los modelos de conocimiento europeos, pero hay que cuestionarse por qué aprendimos geometría egipcia si aquí (en América) hicieron geometría los Pastos, Aztecas y Cañaris. Esa alteridad del ethos andino tiene que estar presente en el desarrollo educativo actual.

¿De qué forma se pueden integrar ambas corrientes de conocimiento?
Si, por ejemplo, hay que estudiar una planta con propiedades terapéuticas, hay que entender el conocimiento de un shamán, pero también de un biólogo, un matemático, un historiador, un antropólogo y luego de un educador, que transmita ese conocimiento.

¿Cómo trasladarlo a la vida cotidiana?
Un grupo de estudiantes creó una calculadora para teléfonos móviles, con la diferencia que esta aplicación calcula en maya. Otro equipo desarrolló un videojuego de aventura y conocimiento basado en el camino del Inca. Es decir, tenemos que apoyarnos en la tecnología, para integrar el conocimiento ancestral a la vida cotidiana.

¿Cuál es el objetivo del Instituto?
El Instituto se crea como un espacio en el que se puedan crear y articular equipos multidisciplinares, que trabajen en investigaciones concretas vinculadas al conocimiento ancestral. Estamos en capacidad de generar ciencia y tecnología andina y ecuatoriana. Lo que queremos es que esas ciencias adquieran su propia consistencia sistemática, ontológica y epistemológica. Para eso es necesario ver lo ancestral no como un cúmulo de sucesos, sino de enseñanzas.

¿Quién puede ser parte de estos equipos?
Pueden ser profesores o estudiantes independientes o de cualquier universidad del país, así como líderes comunitarios. La condición es que se integren y participen de un proyecto de investigación.

¿Y los proyectos?
A partir de la constitución del Instituto se evaluarán distintos proyectos para integrarlos una investigación multidisciplinar. Esta iniciativa permitirá abrir una convocatoria para la conformación de equipos especialistas.

¿Con qué recursos cuenta el Instituto para desarrollar las investigaciones?
El Instituto depende administrativamente de la UCE, pero se financiará con el aporte de organismos internacionales y autogestión. Además, cada facultad cuenta con laboratorios y herramientas de investigación. El instituto certificará el trabajo de los miembros de cada equipo, gestionará la publicación de artículos en revistas científicas y organizará conferencias, talleres y seminarios, para la divulgación de los hallazgos.

¿Qué potencial tendrá en el campo laboral?
El estudio y aplicación de la etnociencia permite ampliar la perspectiva para entender y cambiar los modelos económicos, políticos y sociales. Por ejemplo, si la matemática es uno de los pilares para la formación y desarrollo tecnológico, la integración del conocimiento ancestral ofrece la capacidad de generar productos tecnológicos que ayuden a resolver problemas de nuestra propia comunidad.

¿Qué ventajas tiene Ecuador en el desarrollo de la etnociencia?
Ecuador se está consolidando como un referente en la región, en especial por una ubicación privilegiada y el interés de la comunidad académica en desarrollar una ciencia propia. Es un momento histórico y un punto de inflexión en la historia del conocimiento en América Latina.

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