La oralidad es la base de la expresión cultural manabita

El Grupo de danza montubia del colegio Cinco de Junio, de Manta, durante una presentación en la calle.

El Grupo de danza montubia del colegio Cinco de Junio, de Manta, durante una presentación en la calle.

El Grupo de danza montubia del colegio Cinco de Junio, de Manta, durante una presentación en la calle.

Hablar en Manabí sobre amorfinos, chigualos, poesía y teatro es abarcar la oralidad, que ya es un sello identitario de la provincia. Este fin de semana (30 y 31 de enero), decenas de colegiales ratificarán este hecho al participar en Primer Festival de la Oralidad Manabita.

La cita se desarrollará en Portoviejo, bajo la organización de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) en Manabí. Julio Villacreses forma parte del comité organizador y cuenta que la idea es ver en escena la fusión de la poesía, música, chigualos, danza y amorfinos, todas estas son manifestaciones culturales que nacieron a partir de la tradición oral de esta región.

El historiador mantense José Elías Sánchez dice que “las vivencias de nuestra gente con raíces montubias y cholas empiezan con la oralidad”. Sánchez, exdocente universitario, asegura que la academia aporta en la preservación y difusión de la oralidad como el principio de una buena parte de las manifestaciones culturales de la provincia.

“Lo hacemos con nuestros estudiantes en las aulas y en los sitios donde las expresiones culturales son visibles ante el público. Ese diario vivir, por ejemplo, con la puesta en escena del Baile de la Iguana -una manifestación del montubio desde hace más de 300 años- sigue vigente, era el canto para celebrar la fiesta de la cosecha”, afirma Sánchez.

En el Festival, estudiantes de 10 colegios de la provincia presentarán trabajos donde esos elementos de la oralidad estén presentes; es el primer intento de observar cómo las costumbres de antaño siguen vigentes, “pues han pasado de generación en generación hasta convertirse en la parte de la riqueza cultural de Manabí”, dice Villacrés.

¿Cómo la oralidad dio paso, por ejemplo, a los amorfinos? Raimundo Zambrano, el mayor cultor de la tradición oral manabita, cree que a través de la palabra se viene contando las historias de la vida real y a veces hasta las de ficción.

“De la mano de esa rica oralidad, que pasa de padres a hijos, de abuelos a nietos y así sucesivamente, se desprenden expresiones como la riqueza gastronómica, técnicas de siembra, de construcción, entre otras”, dice Zambrano. “Parece increíble, pero esa cotidianidad ha sido llevada al teatro, danza, música y poesía, todo es posible, y los jóvenes están asumiendo nuestras manifestaciones culturales”, concluye.

Los grupos que amalgaman las manifestaciones culturales manabitas, ensamblando piezas de danza y teatro, están conformados cada vez por más jóvenes. Uno de ellos es Son montubio, liderado por Eduardo Mendoza Vera. La particularidad de Son montubio es ofrecer espectáculos con música en directo, danza, amorfinos y chigualos.

Mendoza tiene una visión ambiciosa sobre la oralidad manabita. Dice que cada expresión cultural que nació desde esa oralidad forma parte de lo que los académicos denominan como la literatura manabita.

En la práctica, la profesora Leticia Perero, que da clases en el colegio Olmedo de Portoviejo, aprovecha su cátedra de Literatura y lenguaje para hablar de la riqueza de la oralidad de Manabí, como base fundamental en la formación de la identidad de la provincia.

Ella sostiene que lo oral es parte fundamental para el desarrollo de la palabra escrita que se convierte en literatura. “La musicalización de cada una de las expresiones que nacieron a partir de la oralidad -dice Mendoza- fue uno de los retos que salieron adelante y con mucho éxito”.

Según Mendoza, hasta 1960 la gente pensaba que los amorfinos y décimas eran composiciones de 3,4 y hasta 5 líneas que solo podían ser leídas o contrapunteadas como una parte del folclor cotidiano. “En la actualidad el Baile de la Iguana pasó de ritmo de tradición popular a una fuerte expresión cultural y todo a partir de la oralidad”.

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