La obra es una adaptación de la película del director italiano Luchino Visconti. Foto: cortesía.
En 1960, Luchino Visconti estrenó ‘Rocco y sus hermanos’, una película que cuenta la historia de una familia pobre del sur de Italia, que migra hacia Milán atraída por la bonanza y el desarrollo económico.
A esta historia, poco conocida para las nuevas generaciones, vuelve el director y dramaturgo ecuatoriano Jorge Mateus en la obra de nombre homónimo, que se presenta hoy (12 de septiembre del 2019), a las 19:30, en el Teatro Variedades Ernesto Albán.
A Mateus le parecía imperioso revisar la historia de Visconti , en la segunda década del siglo XXI, entre otras cosas, por la actualidad social que vive el mundo en general y Latinoamérica en particular, en relación a la migración.
Para él, el miedo, la indiferencia, la angustia y los actos de xenofobia que viven Rosaria Parondi y sus hijos, los protagonistas de esta historia, puede funcionar como una metáfora, o un espejo en el que el espectador puede ver reflejado la situación de miles de familias venezolanas.
Como en la cinta de Visconti, la obra pone el acento en los dilemas morales que viven cada uno de los integrantes de la familia durante su estadía en Milán. Sobre todo, Rocco (Alexis Remache), un personaje bondadoso que finalmente se convertirá en el perdedor emocional de la historia.
En esta tragedia familiar, además de sus innumerables raíces literarias -Visconti se inspiró en obras como ‘Joseph y sus hermanos’, de Thomas Mann y ‘El idiota’, de Fiodor Dostoiewski-, hay la presencia de símbolos religiosos. A criterio de Mateus, Rocco y su hermano Simone (Jorge Cordero) son una especie de Caín y Abel bíblicos, que se disputan el amor de Nadia, una prostituta que podría ser vista como una especie de María Magdalena.
“Simone -dice- también es el hijo pródigo, que regresa a casa hundido”.
En este caleidoscopio familiar también aparecen Ciro, el hermano más realista y práctico, un hombre que tiene conciencia de lucha, progreso y cambio; Vincenzo, el hermano mayor, que decide construirse una nueva vida a través de la distancia que marca con su madre y hermanos; y Luca, que es el que mira y recibe la herencia de cada uno de sus hermanos, el que tiene a la vista todos los caminos posibles.
Algo sobre lo que también se habla en esta obra es el box, un deporte que se convierte en la opción de vida para Simone, que alcanza una serie de triunfos fugaces y para Rocco (quien va tejiendo lazos que lo tendrán atado al ring durante mucho tiempo).
A lo largo de la pieza , el espectador será testigo de la evolución personal de esta familia, que en la obra de Visconti permite ver cómo era la vida de la mayor parte de la sociedad europea durante la postguerra.
Mientras la obra va mostrando al espectador cómo unos personajes logran adaptarse a los cambios que siempre implica vivir en otro lugar y otros se hunden en ese intento, se proyectarán varios fragmentos de la película.
La obra es el resultado del trabajo que Mateus realiza en Aula 21, un espacio creado en el 2017, con el objetivo de ayudar a la formación de actores ecuatorianos.