Balsas ancestrales son decoradas con velas vistosas. La construcción de la edificación avanza. Foto: Mario Faustos/El comercio
El monumento de 12 metros recrea los tres grandes troncos de madera de balsa en la base de la embarcación, un mástil y una vela extendida. La escultura evoca a las balsas ancestrales del cantón General Villamil Playas, patrimonio del Ecuador, y se construye en el redondel de ingreso al cantón de la provincia del Guayas.
El conocimiento sobre la construcción de las balsas y la navegación en estas embarcaciones guancavilcas permanece vigente de forma casi exclusiva en la memoria y en la práctica ocasional de los pescadores de Playas, destacó Juan Carlos Peñaherrera, ingeniero residente de obra.
“El objetivo es celebrar la identidad local. En el rompeolas del Malecón de Playas se suelen exhibir aún las balsas de herencia precolombina”, indicó Peñaherrera.
La balsa gigante se ubica en el redondel que distribuirá el tráfico hacia Playas y a la nueva carretera del Puerto de Posorja. La construcción se inició en enero pasado y, a falta de implementar las áreas verdes, el adoquinado, una fuente de agua central y el acceso peatonal a las piletas, prevé inaugurarse hasta fines de mayo. “Los tensores de las velas se encenderán con luces LED, en la noche”, explicó el constructor.
La obra fue adjudicada por el Municipio local a un costo total de USD 217 074.
Las técnicas tradicionales de navegación, pesca y construcción de las balsas ancestrales del cantón fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de Ecuador en el 2015.
Las embarcaciones de madera balsa fueron utilizadas a lo largo de extensos periodos prehispánicos en la Costa ecuatoriana, desde los tiempos de la cultura Valdivia (aproximadamente 4000 a.C.- 2000 a.C.) hasta la Guancavilca (500 a.C.–1500 d.C.).
A lo largo del último siglo el legado de construcción de las balsas ha sido transmitido de generación en generación. La técnica se ha mantenido y reinventado según las necesidades de los pescadores en el territorio que hoy corresponde al cantón Playas, según se destaca en un informe del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).
Los miembros de la Cooperativa de Producción Pesquera Artesanal Las Balsas, de Playas, fundaron la asociación en 1986 y desde entonces han luchado por mantener viva entre las nuevas generaciones la memoria sobre la construcción de las embarcaciones.
Miguel Mejillón, uno de los fundadores de la asociación, comenzó a pescar en balsa desde que tenía 10 años de edad y reconoce que más de 50 años después son pocos los jóvenes interesados por la tecnología de navegación ancestral.
Mejillón tuvo nueve hijos, pero solo dos heredaron el oficio de la pesca y a ellos les ha transmitido sus conocimientos sobre las balsas de sus ancestros. “Antes era nuestro único medio para entrar al mar, ahora la mayoría tiene su lancha con motor”, dijo.