El festival Detonarte se desarrollará en formato virtual

Antes de la pandemia, una tendencia del arte urbano local eran los murales verticales. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

Antes de la pandemia, una tendencia del arte urbano local eran los murales verticales. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

Antes de la pandemia, una tendencia del arte urbano local eran los murales verticales. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

Durante las últimas semanas, el artista ecuatoriano Francisco Galárraga pintó dos murales abstractos en el Centro Histórico de Quito. Uno de ellos en la puerta Lanfor de un negocio y otro, de gran formato, en una pared cerca de la Plaza Arenas.

El proceso de creación de estos murales se podrá ver a través de uno de los microdocumentales, que serán parte de la octava edición del Festival Internacional Detonarte.

En esta edición, que será hasta el 11 de julio, participan seis artistas urbanos internacionales: Decertor (Perú), Nazza Stencil (Argentina), Rex Bantron y Wina Obake (México), Stinfish (Colombia) y Fabs (EE.UU.); y 20 artistas nacionales, entre ellos Ache, Azpeger, Bless y Con C de Caro.

Luis Fernando Auz, uno de los organizadores del evento, cuenta que la agenda de esta edición será totalmente virtual a causa de la emergencia sanitaria por el covid-19. “No queríamos dejar de celebrar el festival porque pensamos que es importante mostrar el trabajo de los artistas urbanos en medio de ciudades confinadas y abrir el diálogo sobre las nuevas relaciones que se están gestando”, señala.

Auz también cuenta que la pandemia cambió la dinámica del festival. “Antes, nosotros gestionábamos los permisos y armábamos la logística para que los artistas pinten los murales. En esta ocasión, ellos tuvieron que hablar directamente con la gente de su barrio o comunidad para tener el permiso respectivo”, comenta.

Una de las novedades de esta edición es que a cada uno de los artistas, que pintó su mural para este festival, se le pidió que extraiga un fragmento del soporte que sirvió para crear su obra. Esta pieza se convertirá en un cuadro que estará a la venta. “Es una manera simbólica -dice Auz- que una persona adquiera arte urbano y lo pueda tener dentro de su casa”.

La agenda de la edición, que incluye conferencias en línea, una galería digital, venta de obra, de fanzines y mercadería independiente, comenzó ayer con un conversatorio virtual sobre arte urbano en tiempos de crisis, en el que participaron los artistas Kilogramo, Paintr y Topherman.

Cada día, en las redes del festival, se compartirán cinco microdocumentales de los murales que fueron pintados. Los autores de estas obras serán los protagonistas de las conferencias en línea, que se realizarán entre las 20:00 y 21:00. Este espacio se aprovechará para armar una radiografía urbana del ritmo en las ciudades en las que vive cada artista.

El sábado 11 de julio, el ciclo de conferencias en línea cerrará con la charla Otras formas de intervenir la ciudad: más allá del muro y la pintura. En este espacio participarán proyectos que están colaborando con el arte urbano en el país, como El Depósito (performance), Phantom (animación) y La Escuela (música).

Los fragmentos de los murales estarán a la venta desde el 10 de julio en la página Familiamutante.com, una galería virtual, en la que también se podrá adquirir la memoria impresa de esta edición.

Entre los asistentes a cada una de las conferencias se sortearán 13 ‘packs’ de Detonarte.

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