Los shows del año, con avances y tropiezos

El concierto de Metallica logró llenar la explanada del parque Bicentenario en abril de este año. La infraestructura y el sonido estuvieron acorde a la trayectoria del grupo estadounidense. Foto: Archivo EL COMERCIO

Los conciertos internacionales no solo han aumentado en cantidad, sino que también lo han hecho en el tamaño de las producciones y en el palmarés de los artistas. En el 2014 los conciertos de Metallica, Paul McCartney o Armin Van Buuren elevaron la vara en todo aspecto; desde lo técnico y lo logístico hasta lo ideal: la asistencia acorde a shows connotados a escala mundial.
Lo de Sting y Rubén Blades en el marco de Quitonía es un caso extraño, pues el evento no tuvo un costo monetario directo para los asistentes. No obstante, en cuanto a lo musical y a lo técnico, también se coloca en el podio de lo relevante del 2014.
En comparación, el resto de conciertos podría ser calificado como medianos al pensar en términos de capacidad de los locales y en trascendencia. No obstante, muchos de ellos fueron espectáculos de alto nivel. Fueron desde la emotividad y exclusividad de Elton John frente a su piano, el compromiso de Megadeth al tocar pese a problemas de energía, el espíritu nostálgico de un Fito Páez maduro o el desenfreno en la despedida de Ska-P.
La tónica de los eventos más exitosos del año fue el desfile de las glorias del pasado sin importar el género. Tanto Illya Kuryaki & The Valderramascomo Molotov o La Ley tuvieron sus picos de popularidad hace 20 años. No se diga Juan Gabriel, Franco De Vita, Ricardo Arjona, Myriam Hernández o Roberto Carlos.
Lo cierto es que en cuanto a géneros, la música pop y romántica concretó la mayoría de shows más auspiciosos del año con representantes previamente mencionados, además de Gigantes, Álex Ubago, La Oreja de Van Gogh o Jorge Drexler. El gran perdedor fue el rock y metal, pues pese a la masiva asistencia a Metallica, se cancelaron shows como Iced Earth y Municipal Waste por la baja venta de localidades.