Quito vivió la euforia de Luis Fonsi, Bacilos y Daniel Betancourt

El cantante puertorriqueño Luis Fonsi ofreció ayer, 14 de junio del 2018, un concierto en el Coliseo General Rumiñahui. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

El gusto que los quiteños tienen por el pop romántico, desde la década de los 90, sigue vivo y mueve tanto como el éxito musical más visto en la historia de YouTube. Así lo demostraron los miles de asistentes que ayer (14 de junio del 2018) disfrutaron de los conciertos que Daniel Betancourt, Bacilos y Luis Fonsi presentaron en el Coliseo Rumiñahui.
Despacito, ese hit pegajoso y sensual que seguramente es la canción más bailada alrededor del mundo del 2017 y lo que del presente año, fue la última que interpretó el puertorriqueño Luis Fonsi. El tema, que en teoría era el más esperado de la noche, no fue ni el más bailado ni el más coreado, aunque fue el único que sonó dos veces.
Lo que sí enganchó a la gente durante el concierto de Luis Fonsi, que fue parte de su tour Love and Dance, fue el recorrido musical que hizo por los temas más populares de su carrera, baladas románticas con letras que hablan del amor o del desamor y en las que demostró la verdadera potencia que tiene su registro vocal.
Del repertorio, que empezó a crear desde su debut en 1998, sonaron Nada es para siempre, Apaga la luz, Llueve por dentro, Llegaste tú y Quién te dijo eso. El clímax llegó con Aquí estoy yo canción, que interpretó junto con Betancourt, y Yo no me doy por vencido, tema que se ha convertido en una de las banderas de su vida.
La novedad de la noche fue Calypso, una canción tropical que lanzó en redes sociales una hora antes del concierto y con la que marca una distancia, no sabemos si temporal, con el regaetton y en la que explora otra forma de poner a bailar a la gente.
Video: YouTube, cuenta: Luis Fonsi Oficial
Antes de su presentación el turno fue de Bacilos. La banda liderada por Coqui Villamizar comenzó su concierto con Por hacerme el bueno, la canción con la que concretaron su regreso luego de una para de 10 años. Después llegaron los hits de toda la vida: Bésala ya, Pasos de Gigante, Cara Luna y Mi Primer Millón. Aquí los aplausos y la ovación llegó cuando Villamizar interpretó Tabaco y Chanel, un himno de los años 90, en el que Betancourt también estuvo invitado.
El ecuatoriano, uno de los pocos sobrevivientes de una camada de artistas locales que apareció a inicios del nuevo siglo, fue el encargado de abrir este trío de conciertos y lo hizo con uno de sus temas más pegajosos, Dártelo Todo. Luego vinieron otros como Exótica, Bella y Seductora, su canción más esperada y coreada.
Uno de los méritos de este cantante guayaquileño, sus fans podrán enumerar otros, ha sido su capacidad de rodearse de buenos músicos, uno de ellos es Luis Sigüenza, el saxofonista joven más potente que tiene el país y quien se convirtió en una de las luces de la velada de ayer.
Gracias Quito, la pasamos increíble. Guayaquil, te veo el sábado. #LoveAndDanceWorldTour 🇪🇨🇵🇷
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