La sátira y la intriga serán los principales ingredientes en ‘El menú’. La cinta protagonizada por Ralph Fiennes, Anya Taylor-Joy y Nicholas Hoult llega a las salas de cine este 17 de noviembre.
Un magnífico menú, en una exclusiva cena en un restaurante de lujo, ubicado en la costa estadounidense del Pacífico. Todo preparado por un chef mundialmente famoso y un equipo infalible, para un reducido grupo de comensales. ¿Qué podría salir mal?
Bueno, en manos del director Mark Mylod, lo que podría ser una privilegiada experiencia gastronómica termina convirtiéndose en retorcida y tensa intriga ambientada en el mundo de la cultura gastronómica.
La historia de ‘El menú’ surge de una experiencia real del escritor Will Tracy, durante una visita a Noruega, donde hizo un viaje en bote para ir a cenar a un restaurante exclusivo, en una isla privada cercana.
La claustrofobia y la creatividad trágica de uno de los guionistas de ‘Succession’ inspiraron la idea de una cena siniestra que junto con su colega Seth Reiss se transformó en el guion de ‘El menú’.
Comensales privilegiados
La historia de ‘El menú’ empieza por presentar a los comensales, un variopinto grupo de hombres y mujeres de distintas edades, oficios y procedencias.
Lo único que tienen en común es que pagaron mucho dinero para subirse a un bote que los dejará en una isla privada, para cenar en el exclusivo restaurante Hawthorn. Allí, el huraño y mundialmente famoso chef, Julian Slowik (Ralph Fiennes), prepara un fastuoso menú degustación.
Los primeros en aparecer son Margot (Anya Taylor-Joy) y Tyler (Nicholas Hoult), impacientes por vivir la experiencia. Junto a la pareja asisten tres ejecutivos de la industria de la tecnología, que ya llegan ebrios, Bryce (Rob Yang), Soren (Arturo Castro) y Dave (Mark St. Cyr).
Se les une una pareja acaudalada, Anne y Richard (Judith Light y Reed Birney) y la reconocida crítica gastronómica Lillian Bloom (Janet McTeer) y su servil editor, Ted (Paul Adelstein). También aborda una famosa estrella de cine de mediana edad (John Leguizamo) junto a su asistente, Felicity (Aimee Carrero).
Una excéntrica degustación en seis tiempos
En la isla, los ambientes, la arquitectura y la decoración están pensados para reflejar como una sátira los excesos capitalistas y el elitismo de la alta cocina.
Fiennes no decepciona en el papel del huraño, obsesivo y arrogante chef que hace de su cocina un centro de veneración y un espectáculo fetichista.
La degustación, divida en seis tiempos, comienza con los invitados sentados a la mesa. La cocina, que se ve a la vista, funciona como una aceitada máquina de producción culinaria.
En cada platillo, el chef Slowik comparte información e historias sobre los ingredientes, los platillos o el oficio. Pero en Slowik hay algo que no cuadra, y detrás de su elegancia y calidez empieza a revelarse algo siniestro.
Con cada platillo servido, el deleite de la comida se va transformando en una experiencia abominable, salpicada con dosis de humor negro y comentarios sociales sobre el consumismo y el capitalismo. En cierto momento, el chef confiesa que está harto de intentar satisfacer a personas que jamás están satisfechas.
A través del menú, el filme escarba en las oscuras vidas de los comensales, donde se reflejan ciertos malestares sociales y culturales. Cada platillo se cuece lento y guarda sorpresas, mientras los comensales comerán menos de lo que desean y más de lo que merecen.
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