Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.
La rueda de prensa empezó con una advertencia. Bo Derek, símbolo sexual de los 80, musa y esposa del desaparecido director de cine John Derek, mutada en ambientalista, solo hablaría de lo que vino a hacer en Ecuador: promocionar el programa de apadrinamiento de tortugas Galápagos, de la que la actriz y exmodelo es parte desde hace más de una década.
Bo, protagonista del filme ’10’, por el que fue nominada a un Globo de Oro en 1980, ingresó a uno de los salones del Hotel Colón, en el norte de Guayaquil escoltada por Ivonne Baki, embajadora de la Paz de la Unesco; de Maggie Q., la delgadísima hawaiana exprotagonista de la serie televisiva de acción Nikita; y del ministro del Ambiente, Daniel Ortega.
Derek fue, por supuesto, el centro de atención de una rueda de prensa convocada para las 12:00, pero que empezó 35 minutos después. “El mundo debe hacer todo lo posible por apoyarlos a mantener este tesoro internacional”, se dirigió a la audiencia, un puñado de reporteros, funcionarios del Ministerio del Ambiente (MAE), y personal de seguridad.
A sus 59 años –los cumplió en noviembre-, la Chica 10 todavía posee esa aura de belleza inalcanzable que exhibe en la icónica escena de ella corriendo por la playa, con un traje de baño amarillo de una sola pieza, y su rubio cabello recogido en trenzas adornadas con cuentas.
Pero Bo Derek no vino a Ecuador para hablar de su trayectoria como actriz, ni de sus poca afortunadas participaciones en otros filmes y series televisivas. La californiana estuvo en el país, y así lo recordaron quienes patrocinaron su visita, para promover la conservación de los gigantescos quelonios, símbolos de las islas ecuatorianas.
Durante la rueda de prensa, el Ministerio del Ambiente aprovechó para presentar en una pantalla gigante colgada en el salón imágenes de adelanto de lo que será el documental Galápagos, las Islas de la Evolución, cuya narración en español está a cargo del cantante Miguel Bosé, y que el canal National Geografic emitirá en los próximos días.
Bo ha estado muchas veces en las islas Galápagos, les recordó a los periodistas Ivonne Baki. “Íbamos a preparar otro viaje a Ecuador, pero vino el terremoto. Bo me llamó y me preguntó si (ella y otros actores) debían postergar el viaje, pero luego ella misma insistió en que debían ir para apoyar con lo que podamos”.
El programa de apadrinamiento lleva 14 años. En Galápagos, cuya reserva marina es la segunda más grande del planeta, con 130 000 kilómetros cuadrados protegidos, las tortugas gigantes se reproducen en corrales hasta que las crías son reintroducidas en su hábitat natural. Según datos del MAE, hay una población de 1 300 tortugas en la isla Santa Cruz, 178 en San Cristóbal, y 877 en la isla Isabela. “El costo de mantener durante seis años a las tortugas es de USD 25 000, que asumió el Gobierno”, manifestó el ministro Ortega.