Alexandra Puyol lleva 20 años abrazando al arte; se enredó en los brazos del teatro y de la danza cuando tenía 40 años y su hija acudía a extracurriculares de ballet.
De sonrisa amable, ojos grandes y cabello corto, ‘La Alex’, como le gusta que la llamen, siempre fue una persona creativa y con gran imaginación; ella se define como una persona “inquieta”.
Esa inquietud, precisamente, la condujo a su destino, al ‘amor’ de su vida: el arte en diversas presentaciones. El proceso fue paulatino. Uno de sus primeros contactos con su actual profesión fue durante su vida universitaria.
Mientras estudiaba medicina, practicaba teatro. Le fascina la actuación. Tras convertirse en madre, dio rienda suelta a su imaginación: elaboró muchos títeres.
Alexandra era la coordinadora de eventos de su familia; ‘trabajaba’ junto a su esposo Jorge, un músico al que conoció en esas visitas a su grupo de teatro.
Esta madre de cuatro hijos desconoce si en su familia hubo algún músico, pintor, bailarín; la única certeza que tiene es que posee ADN de artista y que se lo transmitió a sus hijos.
El primero es artista plástico, el segundo, ingeniero mecánico industrial y toca el violín; el tercero hace animación digital, mientras que su hija es microbióloga, pero bailó seis años para el Ballet Ecuatoriano de Cámara.
La hija de Alexandra Puyol cuando bailaba para el para el Ballet Ecuatoriano de Cámara. Foto: Cortesía
Así se reencontró Alexandra con su verdadero amor
40 años pasaron hasta que esta artista quiteña finalmente se entregó en cuerpo y alma al arte, la profesión que en su tiempo de estudiante universitaria no era una opción para su padre. “Para mi papá se tenía que estudiar una carrera formal y se acabó”.
¿Destino o casualidad? ‘La Alex’ se involucró en el mundo de la danza impulsada por su hija; aprovechaba sus talleres de ballet en la Casa de la Cultura Ecuatoriana para seguir con su pasión.
“Pasaron varios años” hasta que visualizó un letrero con información sobre talleres de teatro. Un profesor de danza le preguntó si le interesaba. Ella asintió y ahora hay talento nacional para muchos años.
De las tablas a la pantalla chica y al streaming
Alexandra también escribe. Suyos son tres monólogos. Uno de esos se llama ‘Madre solo hay una’. Lo presentó nuevamente el pasado 10 y 11 de mayo de 2024.
También la conocen por su participación en ‘El Caminante’, de 180 Grados Producciones; ‘Santos Oleos’, de Enchufe TV; ‘Chichico va al poctólogo’, también de Enchufe TV.
En un mundo lleno de responsabilidades y compromisos, la historia de Alexandra Puyol es un recordatorio de la importancia de seguir nuestros sueños, sin importar cuánto tiempo haya pasado desde que los descubrimos. “Nos limitamos por el qué dirán. Prejuzgamos la situación en lugar de vivirla. Siempre valdrá la pena aunque sea una probadita”.