La entrega de diez libros para el Depósito Legal genera críticas

Los fondos de la Biblioteca Nacional aún están en el edificio de los Espejos, de la CCE. Foto: Archivo / El Comercio

Los fondos de la Biblioteca Nacional aún están en el edificio de los Espejos, de la CCE. Foto: Archivo / El Comercio

Los fondos de la Biblioteca Nacional aún están en el edificio de los Espejos, de la CCE. Foto: Archivo / El Comercio

‘El corazón de un canalla’ fue la última publicación de la editorial independiente Doble Rostro. El libro salió al mercado con un tiraje de 300 ejemplares. Según el reglamento de la Ley Orgánica de Cultura, 10 de estos libros deberían ir al Depósito Legal, una herramienta de política cultural orientada a la conformación del fondo bibliográfico y documental del país.

En una conversatorio que se realizó el pasado martes, en las instalaciones del Ministerio de Cultura, el abogado Diego Valdiviezo, coordinador del Depósito Legal, afirmó que las publicaciones que están sujetas a esta normativa son todos los libros y folletos que se publiquen en el país, estén o no destinados a la venta.

A pesar de que el reglamento no deja de lado a las publicaciones de las editoriales independientes, Sandra Araya, representante de Doble Rostro, afirma que hasta el momento no ha recibido ningún oficio solicitando que se entreguen los ejemplares para el Depósito Legal. Lo mismo sostiene el editor Juan Pablo Crespo, de Turbina Editorial.

De los 10 libros, 3 estarían destinados a la Biblioteca Nacional del Ecuador; 2 libros serían entregados a la Biblioteca Aurelio Espinosa Pólit, 2 a la Universidad de las Artes -por ser una publicación literaria- y el resto sería distribuido a la Red Nacional de Bibliotecas.

Esta disposición, que rige desde diciembre del 2017, recién se formalizó el 27 de marzo de este año con la firma de un convenio entre la Biblioteca Nacional y el Servicio Nacional de Derechos Intelectuales (Senadi), para que las editoriales entreguen los ejemplares a esta última institución.

Desde ese momento, varias editoriales del país, entre ellas la de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, recibieron un oficio del Ministerio de Cultura solicitando que se entregue los ejemplares en las instalaciones administrativas de la Biblioteca Nacional.

Entre los representantes de las editoriales universitarias y las independientes consultadas hay un consenso sobre el problema económico que representa para ellos entregar no menos de 10 libros de cada una de sus publicaciones.

A criterio de Álvaro Alemán, uno de los representantes de la editorial El Fakir, que maneja un tiraje aproximado de 1 000 ejemplares por edición, es totalmente excesivo el número de libros que se está pidiendo para el Depósito Legal. Para él, lo adecuado es que se entreguen máximo tres libros y que uno ellos de forma obligatoria tenga una rotación nacional. “Aquí el problema -dice- es que se desconoce el mercado editorial. Es una decisión tomada de espaldas a la realidad, sin prestar atención a la situación de las editoriales”.

La normativa para la aplicación del Depósito Legal tiene algunos vacíos, sostiene Ramiro Rodríguez, director Nacional del Senadi. Para este funcionario, la norma no deja clara cuál es la fuerza coactiva frente al incumplimiento de esta obligación.

“Es importante que se proponga una reforma reglamentaria para incorporar sanciones a quien incumpla con la entrega de los libros. Hay que entender que la propiedad absoluta no existe. Siempre tiene que cumplir una función social que en este caso se plasma en el Depósito Legal”, explicó.

En 1987, la Ley de Fomento al Libro le quitó de forma expresa a la Biblioteca Nacional del Ecuador la capacidad de gestionar el Depósito Legal. Una decisión que hasta antes de la aprobación de la Ley de Cultura iba en contra de las directrices expedidas por la Unesco, que establecen que las bibliotecas nacionales deben ser las encargadas de manejar el Depósito Legal de un país.

Mientras la Biblioteca Nacional encuentra un edificio para que funcione su nueva sede -ahora en el edificio de los espejos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana solo está la biblioteca de esta institución- los ejemplares para el depósito legal-, según el comunicado enviado a las editoriales- serán recibidos en las oficinas administrativas de la BNEE que, desde hace unos meses, funciona en el octavo piso del edificio Contempo (Amazonas y Luis Cordero).

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