Una joven de 27 años decidió seguir con su fiesta de boda, a pesar de que su novio la dejó plantada en el altar.
El hecho, como si de una película se tratase, ocurrió en Reino Unido.
Kayley Stead hizo su entrada con su vestido de novia, dio un discurso e hizo los bailes tradicionales.
Aunque su pareja no se presentó, esto no fue impedimento para que ella continuara con su fiesta planificada que costó más de USD 13 000.
La familia, los padrinos y las damas de honor apoyaron a Stead durante la noche, según el medio The Sun. Incluso, los amigos del novio le dieron un mano.
Cuando Kayley se dio cuenta de que su novio, Kallum Norton, de 21 años, no vendría, se secó las lágrimas, se retocó el maquillaje y les dijo a todos los presentes: “Lo haré”.
“El día se convirtió en un día del que siempre estaré orgullosa. Realmente puedo mirar hacia atrás y sonreír porque siempre me recordará que no necesito el amor de otra persona para ser feliz”, expresó la joven.
Lo que sí, en vez de partir el pastel, ella lo golpeó.
La pareja había estado en una relación durante casi cuatro años. En agosto de 2020 se comprometieron y programaron la boda para el 15 de septiembre de este año. Todo estaba listo, el único detalle es que el novio no apareció.