Todo inició hace cuatro años, cuando un agricultor de la India, Sankalp Parihar, viajó en tren desde el sur de su país hasta Chennai en búsqueda de semillas híbridas de cocos. En el trayecto, un hombre se sentó junto a él y le platicó de un árbol joven de mango que buscaba vender por USD 33.
Parihar pensó que era una buena idea, así que decidió comprar el árbol y se lo llevó a su granja donde lo plantó, según reporta el portal Milenio.
Cuando pasó el tiempo, y el mango creció, el granjero observó un detalle particular, los frutos tenían un color rubí inusual.
El granjero sintió curiosidad y se puso a investigar sobre su cultivo, entonces descubrió que el mango que había comprado al hombre que viajó junto a él en el tren, era en realidad una especie llamada Miyazaki japonés, una muy peculiar y vendida en las subastas japonesas por cantidades considerables de dinero.
Los mangos Miyazaki se encuentra entre los más caros del mundo y pueden alcanzar los USD 50 por unidad en el mercado internacional, de acuerdo a informes de los medios japoneses. Se caracterizan por su color rojo intenso, su textura delicada y su sabor notablemente dulce. “La pulpa es como una gelatina, el color es impresionante, e incluso se puede comer la piel”, explicó Parihar, de acuerdo al portal ABC.
Este tipo de mango es originario de Kyushu, Japón. Los granjeros de esa zona dan un tratamiento especial a este fruto. Utilizan redes para suspender los mangos en el aire, para que su azúcar alcance un nivel adecuado y pesen al menos 350 gramos.
Cultivo de Miyazaki en Japón. Foto: Captura de pantalla
A pesar de que Parihar no tuvo ese cuidado particular con su árbol de mango, este creció y dio buenos frutos.
Cuando se dio a conocer el descubrimiento del granjero, varios ladrones intentaron robar los mangos, por lo que Parihar optó por contratar a cuatro guardias y colocar nueve perros para que protejan su cultivo, de acuerdo al Milenio.
El plan del hombre es cuidar del árbol y extraer las semillas de los frutos para así plantar más árboles de esta especie. Su meta es conseguir que cada hogar de la India cultive los mangos y genere ingresos para el país, tanto como sucede en Japón.
Sankalp Parihar colocó a cuatro guardias y nueve perros para que vigilen sus mangos. Foto: Twitter de @htTweets
Una persona intentó comprar 289 mangos, mientras que en Japón ofrecieron comprar dos por USD 2 mil; sin embargo, Parihar no aceptó.