Han pasado 10 años desde que los esmeraldeños Tyron Betancourt, Rubén Mejía y Roberto Sarmiento iniciaron su travesía musical en los destartalados buses urbanos de Guayaquil. Las desventuras de este trío de autodidactas cantantes, autodenominados Haciéndose aire, quedaron plasmadas en el documental del 2007 del guayaquileño Pedro Villegas.
El cortometraje de 45 minutos, una visión crítica y a ratos jocosa del arte ‘busetero’, fue recientemente exhibido en Guayaquil, en el Aula Magna de la Escuela Politécnica del Litoral, en el tradicional barrio Las Peñas.
Los protagonistas del documental, convertidos hoy en cantantes conocidos en el círculo artístico guayaquileño, se presentaron tras la proyección, a la cual asistieron unas 250 personas.
El documental y la presentación del trío fueron parte de un proyecto de concienciación, a través del arte, de la problemática de la informalidad en Guayaquil. Lo concibieron tres estudiantes de la cátedra de Animación Cultural de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil. Johanna Nazareno, Pamela León y Patricia Camacho tardaron tres meses en afinar y concretar la iniciativa. “La temática plantea un problema muy común en Guayaquil, pero de difícil abordaje. El público reaccionó muy bien”, dijo Nazareno, coordinadora del grupo de universitarias.
Los asistentes reaccionaron con sonoros aplausos a la presentación del documental y corearon los temas del grupo Haciéndose aire. “Agradecemos que nuestra historia sirva para llegar a las autoridades, para que respeten y promuevan el trabajo de los artistas callejeros”, dijo Sarmiento.
También hubo espacio para el testimonio de tres vendedores informales, y para una obra sobre la misma temática, del grupo de teatro de la Politécnica del Litoral.