‘El tiempo tejido’, y detenido, de Cecilia Benítez
La memoria artística es una obra que se va tejiendo con el pasar del tiempo. Varios son los utensilios que el artista usa para dar forma a sus creaciones. A veces con un lápiz, un pincel, un poco de lana e incluso con metal, el artista camina por un mundo que poco a poco se va convirtiendo en un enorme lienzo. Esto es lo que se ve reflejado en la exhibición de la fallecida artista Cecilia Benítez. Cada uno de los tapices y grabados que conforman la muestra son el reflejo del entretejido creativo que vivía la artista en su interior.
La muestra ‘El tejido del tiempo (1937-2010)’ recoge 60 obras de Benítez, entre tejidos y grabados. La misma, fue montada por los hijos de la artista como un homenaje póstumo a la memoria de su madre. Es un tributo a la madre, la mujer, la artista y la amiga.El trabajo artístico de Benítez se destaca por la utilización de materiales como la soga, la cabuya, la lana y la seda. Estos elementos irradian colores intensos que se encuentran anudados entre sí en tapices con símbolos y signos andinos. Obras como ‘Mundo andino’ contrastan colores y formas formando un todo armónico. Asimismo, sus grabados denotan el espíritu lleno de libertad, de vida, de fantasía, que poseía la artista.
Los críticos del trabajo de Benítez señalan que su obra rescata técnicas, colores, formas propios de la cultura andina. Al respecto, Simón Espinosa dice que sus “tapices calientan el corazón, huelen a campo y dan abrigo. Tapices que como las artes de la pintura, escultura y arquitectura son arte del espacio”. Para él, el arte de Benítez logra llevar al espectador a salir hacia un encuentro con los colores de la sangre y de la tierra.
Al hablar sobre el nombre de la muestra, sus hijos señalan que tomaron este nombre (El tejido del tiempo) porque el trabajo de su madre era un trabajo elaborado con paciencia y minuciosidad.
Muchas de las personas que asistieron al acto inaugural se maravillaban al ver tal explosión de colores y formas. Para Diego Chamba, uno de los asistentes a la inauguración, el trabajo de Cecilia Benítez “combina de una manera extraordinaria la sutileza de la seda con la hosquedad de la soga. Son obras dignas de mostrarse en tan formidable exhibición”.
Pero lo que muchos lamentaron en la exposición fue la ausencia de la artista. Miembros íntimos de la familia recalcaron que esta exhibición significaba mucho para Cecilia Benítez. Roxana Falconí, hija de la artista, contó al público que las obras expuestas son los últimos trabajos de su madre.