Piratas tras la pista de tesoros

Piratas, mapas antiguos, viejas embarcaciones, robos y una isla desierta son los elementos que sirvieron a Robert Louis Stevenson para escribir ‘La isla del tesoro’, una obra que circula hoy junto a diario EL COMERCIO como parte de la colección Obras Imprescindibles.

La novela marcó las carácterísticas de los relatos de piratas: hombres con una pierna de palo, agresivos, con loros en el hombro y en búsqueda de tesoros perdidos. En esta obra se narra la historia de un misterioso marino que se esconde en la posada Almirante Benbow. A él, el joven Jim Hawks le roba un mapa de una isla desierta donde se esconde una fortuna en oro robada hace cientos de años.

Jim, Squire Trelawney y el doctor Livesey se embarcan junto al capitán Smollet en la Hispaniola rumbo a una aventura. Pronto descubrirán que la tripulación está formada por villanos a las órdenes de John Silver, cocinero y pirata a bordo, quien también codicia el tesoro.

Sin lugar a dudas, una novela que reflexiona sobre el dinero y la ambición.

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