La edición número 100 del Festival de Bayreuth, la cita musical más importante de Alemania y punto cumbre de la temporada lírica mundial, termina hoy y lo hace, marcada por las polémicas que suelen desencadenar sus óperas.
El certamen finaliza con ‘Tristán e Isolda’ y demuestra que 128 años después de la muerte del compositor alemán Richard Wagner (1813-1883), los mensajes y las interpretaciones de sus óperas siguen levantando ampollas. Así, la versión de ‘Tannhäuser’ de Sebastian Baumgarten se ganó fuertes críticas y abucheos. Lo mismo sucedió con ‘Los maestros cantores de Núremberg’ de la codirectora del festival, Katharina Wagner.
“Da igual de quien sea la puesta en escena, en Bayreuth siempre se pone el grito en el cielo”, justificó la misma. Su prima, Nike Wagner, llegó incluso a pedir que se retirara ‘Tannhäuser’ del programa de las próximas ediciones. Katharina prefiere no pronunciarse sobre las críticas.
Por el contrario, en esta edición tuvieron una buena acogida las óperas ‘Lohengrin’ y ‘Parsifal’, con el trabajo de los directores Hans Neuenfels y Stefan Herheim. ‘Lohengrin’, que traslada la acción a un laboratorio, se transmitió además por primera vez por televisión para toda Europa a través del canal Arte, con lo que la obra de Wagner llegó gratis a miles de personas.
Mientras, aún no se ha decidido definitivamente quien será el director de la representación de la tetralogía ‘El anillo del Nibelungo’ en 2013, bicentenario del nacimiento de Wagner, después de que el cineasta Wim Wenders rechazara la oferta.