Comunidad científica analiza las variaciones del covid-19

La iniciativa Gisaid ha recolectado más de 640 secuenciaciones del virus en el mundo. Foto: Freepik

La iniciativa Gisaid ha recolectado más de 640 secuenciaciones del virus en el mundo. Foto: Freepik

La iniciativa Gisaid ha recolectado más de 640 secuenciaciones del virus en el mundo. Foto: Freepik

Las variaciones que sufre el SARS-CoV-2 preocupan a la comunidad científica y a la población del planeta. Estas pueden modificar la letalidad del virus, cambiar su índice de transmisión y volver a las vacunas ine­ficaces contra él, entre los principales riesgos.

El genetista César Paz y Miño recuerda que se han hecho alrededor de 640 000 secuenciaciones del covid-19 a nivel mundial. Más de mil variantes del SARS-CoV-2 han sido detectadas. En la mayoría de estas, la información genética del patógeno no se ha modificado. Solo algunas lo han vuelto más peligroso: lograron, sobre todo, una alteración significativa en la estructura de la proteína S, la herramienta principal de contagio del virus.

El microorganismo que causa el covid-19 posee un ARN muy pequeño. El frágil material genético hace que sufra alteraciones cuando se replica; esto no sucede con virus más grandes, como el sarampión.

La tasa de cambio espontáneo del covid-19 alcanza actualmente el 0,001% por cada nueva generación, es muy elevada: mil veces más, si se compara con la del sarampión, que llega al 0,000001%.

Según Paz y Miño, la tasa de mutación espontánea del nuevo coronavirus es similar a la de los virus que causan la influenza y la gripe estacional. Sin embargo, las nuevas cepas del SARS-CoV-2 mantienen la letalidad del virus y tienen mayor capacidad de contagio.

En el primer semestre del 2020 el patógeno no sufrió cambios importantes.

La primera vez que una variante fue vista como amenaza fue en junio del 2020: con la mutación llamada D614G, que apareció en Malasia. En julio del 2020 esta variante dominaba, se extendió al 97% de pacientes de covid-19 a nivel mundial.

En los siguientes meses, la comunidad científica encontró modificaciones en diversas partes del planeta. Varias de estas se movilizaban rápidamente entre países, debido a los viajes turísticos y a la reactivación de puertos.

En octubre del 2020 apareció en Dinamarca la modificación Clúster 5. Paralelamente, en ese mismo mes, investigadores británicos observaron impactados que una cepa en su país había desarrollado 23 cambios simultáneos, con una tasa de transmisión que subió entre un 50 y 70%.

La variante 501.V2 fue reportada en Sudáfrica el 18 de diciembre del 2020.

En el mismo mes, se secuenciaron dos cepas más del nuevo coronavirus: una de California, que también era más contagiosa, aunque no al nivel de las de Inglaterra o Sudáfrica; otra, la mutación B.1.1.248, conocida como variante brasileña.

A mediados de febrero del 2021, los temores de la disminución de la eficacia de las vacunas se confirmaron: las de BioNTech/Pfizer y Moderna eran un tercio menos eficientes contra la variante sudafricana. Sin embargo, seguían siendo capaces de neutralizar al patógeno, según un estudio publicado en New England Jour­nal of Medicine.

No pasó lo mismo con la vacuna de AstraZeneca: a inicios de febrero del 2021, Sudáfrica suspendió temporalmente la vacunación con el preparado porque este solo ofrecía un 20% de protección.

Paulina Celi, infectóloga y experta en vacunas, resalta que es importante ver -como referencia- que las vacunas contra la influenza son actualizadas cada año. Esto se debe a las variaciones y predominio de una u otra cepa en los hemisferios norte y sur.

Evolución

Junio del 2020

La primera variante importante del virus apareció en Malasia. Se la denominó D614G. En un mes, esta se extendió al 97% de pacientes de covid-19 a nivel mundial.

Octubre del 2020

Apareció en Dinamarca la modificación denominada Clúster 5. Se transmitió de visones a humanos, en granjas. Todos los animales fueron sacrificados y se extinguió.

Octubre del 2020

La variante británica surgió con 23 cambios. La modificación, conocida como B.1.1.7 se extendió rápidamente por Inglaterra a mediados de diciembre del 2020.

Diciembre del 2020

La cepa sudafricana, conocida como 501.V2, fue reportada a finales de año. Esta era más transmisible. Además, evadía los anticuerpos generados por una infección anterior.

Enero del 2021

La variante conocida como brasileña -mutación B.1.1.248- fue detectada en Japón, en cuatro personas que regresaron a Tokio luego de visitar la Amazonía brasileña.

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