Grupo de turistas que se aventura por un chakiñán del Pichincha, en la ruta La Libertad-La Chorrera. Foto: cortesía colectivo chakiñán.
Redescubrir las historias que encierra La Colmena es la principal motivación del colectivo Chakiñán, cuyos miembros -desde hace cinco años- han diseñado rutas turísticas que recorren los relatos de este popular sector del centro-occidente de Quito.
Este grupo lo conformaron, desde un inicio, Iván Villacís, Cristina y Guadalupe Panchi, Juan Carlos Viteri, Jorge Moya y Daniela Villacís, todos vecinos de La Colmena.
Según Guadalupe Panchi, no fue fácil rescatar la memoria histórica y cultural de este sector, ya que luchaban ante un estigma de inseguridad.
“Cuando uno buscaba en la Internet a La Colmena, lo primero que salían eran noticias relacionadas con robos y asesinatos. Este proyecto busca mostrar al barrio como un sitio seguro”, reseña.
Hace cinco años realizaron el primer recorrido, al cual lo bautizaron como “Libertario”. Se inicia en la Cima de la Libertad y termina en el cementerio de San Diego, pasando por el Rincón Chileno, la calle Vista Hermosa. El músico Rubén Cóndor los recibe y regala acetatos musicales, cruzan por la antigua parada de autobuses Batán-Colmena y degustan de un tamal quiteño, acompañado de un cariucho y chicha.
Los turistas en La Chorrera, en el sector de Toctiuco, luego de dos horas de una caminata por la zona. Foto: cortesía colectivo chakiñán.
En este lustro han creado rutas hacia El Dique de San Roque, El Panecillo y San Diego. El pasado fin de semana inauguraron la ruta La Libertad-La Chorrera, en una caminata de dos horas de duración por un antiguo chakiñán, en donde se relatan historias, como la implementación del alcantarillado a través de mingas comunitarias.
“Esta ruta se creó en apoyo a un colectivo ecológico, ya que algunos vecinos del sector se quejaron de que un icónico sector del Quito romántico se está convirtiendo en un botadero de basura”, añade Panchi.
A este recorrido lo matizan con las historias de la red de fuentes cantoras que existían entre La Colmena, La Libertad y El Placer, además de las tumbas y vestigios de los Quitu Cara que hallaron en la zona.
“Se dice que un vecino del sector que administraba una pequeña tienda, al construir dentro de su terreno, halló un entierro. Luego vendió su casa y ahora vive en el Valle de los Chillos”, comenta Villacís.
Se enseña, además, dónde quedaba el sendero -que ahora es un relleno- por donde bajaban los osos andinos y lobos; la hacienda de Juan José Flores detrás de las canteras; la leyenda del ‘Huiña huilli’ que se presentaba a través del llanto de un bebé y luego se transforma en un demonio, entre otros.
El costo de estos recorridos es de USD 6. La próxima ruta será hacia el cerro Ungüí.
Más información de los recorridos se puede encontrar en la página de Facebook de La Colmena colectivo Chakiñán y así acceder a las reservaciones de estas rutas.