El cine argentino se moviliza para exigir al Gobierno que respete sus fondos

La movilización reunió en Buenos Aires a guionistas, directores, actores, productores y todo tipo de profesionales y estudiantes de cine. Foto: EFE

La movilización reunió en Buenos Aires a guionistas, directores, actores, productores y todo tipo de profesionales y estudiantes de cine. Foto: EFE

La movilización reunió en Buenos Aires a guionistas, directores, actores, productores y todo tipo de profesionales y estudiantes de cine. Foto: EFE

Unos 200 profesionales del cine argentino se concentraron hoy, 17 de abril del 2017, ante la sede del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales (Incaa) para protestar contra el Gobierno por la salida del director del organismo y para pedir que se respeten sus vías de financiación.

Bajo consignas como "Defiendo Cine Argentino" o "Apoyo Incaa" y con proclamas contra el ministro de Cultura del Ejecutivo de Mauricio Macri, Pablo Avelluto, la movilización reunió en Buenos Aires a guionistas, directores, actores, productores y todo tipo de profesionales y estudiantes de cine.

"El cine nacional está en riesgo porque hay un fondo del cual se nutre la industria para existir y para filmar que está en riesgo de ser intervenido por el Gobierno", explicó a Efe el actor argentino Darío Grandinetti, presente en la concentración.

Los manifestantes reivindican que, gracias a la tasa que se retiene de la venta de entradas (10%) para que vuelva a invertirse en el cine y el canon que pagan las empresas audiovisuales por el uso del espectro radioeléctrico, el celuloide argentino se autofinancia y que el Ejecutivo busca cambiar este sistema.

"No se hace ni con el dinero de los jubilados, ni con los impuestos que paga la gente, ni se deja de pagar a los maestros...", recalcó Grandinetti, antes de recordar que, además, el cine genera también empleo.

"Con el neoliberalismo uno tiene que estar en estado de asamblea y movimiento y movilización permanente, todos los días están amenazando con quitarte un derecho", agregó.

El conflicto con el Gobierno afloró la semana pasada cuando el ministro de Cultura le pidió la renuncia al hasta entonces presidente del Incaa, Alejandro Cacetta, atento a una "necesidad de acelerar y profundizar todos los procesos de mejora administrativa" del ente estatal.

Avelluto explicó después que la Oficina Anticorrupción investigará la gestión de Cacetta por "posibles irregularidades" en contrataciones, traslados, publicidad y compras por parte del Incaa a precios injustificados.

La concentración de hoy sostenía que esta operación responde a una campaña de desprestigio contra el sector del cine, que además prepara el terreno para que el Gobierno cambie las leyes que actualmente garantizan las vías de financiación del Incaa, que por ley se mantiene de manera autárquica.

"Lo que desde el sector estamos denunciado, todos los que formamos parte de la asamblea, es que esto se trata de una pantalla de humo para cubrir lo que en verdad es un avance sobre los fondos", indicó a Efe Esteban Wolfenson, guionista.

"Tener una industria cinematográfica fuerte es importante porque, primero, el cine es una manera de mirar la realidad (...) Es una forma de reflexionar acerca de ella y me parece que eso es importante para cualquier sociedad. Lo segundo es que de no existir, la única mirada que tendríamos sería la de las grandes potencias cinematográficas, básicamente la de Hollywood", agregó Wolfenson.

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