La nave Soyuz MS-10, que despegó este jueves 11 de octubre el 2018 con el cosmonauta ruso Alexéi Ovchinin y el astronauta de la NASA Nick Hague a bordo, tuvo que regresar y aterrizar en Kazajistán por un fallo en el motor, informan las agencias rusas. Foto: EFE.
La compañía de taxis para la Estación Espacial Internacional (EEI) no llevará más pasajeros hasta nuevo aviso.
Los cohetes rusos Soyuz, que han sido los transportadores exclusivos de todos los astronautas del planeta a la EEI desde 2011, quedarán en tierra hasta que concluya una investigación de la agencia espacial rusa sobre las causas de la falla de un cohete que llevaba a un ruso y un estadounidense este jueves 11 de octubre del 2018 en Kasajistán.
El astronauta Nick Hague y el cosmonauta Alexey Ovchinin tuvieron que activar el procedimiento de emergencia para separar su cápsula del cohete, apenas unos dos minutos después del despegue, y regresar a la Tierra, y su caída fue amortiguada por los paracaídas. Ambos están sanos y salvos.
¿Cuánto tiempo puede durar la suspensión?
El próximo lanzamiento de un cohete Soyuz con tres nuevos miembros de la tripulación a la ISS estaba programado para el 20 de diciembre del 2018, pero todos los vuelos fueron suspendidos mientras dure la investigación.
Como mínimo, la suspensión puede estar vigente durante “varios meses” , dijo a la AFP Erik Seedhouse, profesor de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle en Florida.
El experto recuerda que las naves Progress, que solo llevan material de suministros pero cuyos lanzadores son similares al cohete que tuvo problemas el jueves, también tuvieron inconvenientes en 2015.
“En el caso actual, son vehículos tripulados, por lo que las investigaciones deberán ser aún más rigurosas”, explica.
La Agencia Espacial Europea ya reconoció que el incidente modificará el calendario de la EEI. Y no descartó que los tres miembros actuales de la tripulación de la EEI, el alemán Alexander Gerst, la estadounidense Serena Aunon-Chancellor y el ruso Serguei Prokopiev, deban permanecer más tiempo de lo previsto, en tanto debían regresar a la Tierra en diciembre.
En general, la EEI tiene cinco o seis personas a bordo para misiones de unos seis meses. Se turnan y la EEI ha estado habitada permanentemente desde noviembre de 2000.
Un problema potencial es que la nave que les permite regresar a la Tierra, que ya está en la ISS, tiene un límite de 210 días desde que se acopló al laboratorio orbital en junio pasado, debido a las baterías instaladas a bordo, según Erik Seedhouse. Esto marca enero, en teoría, como el plazo límite para volver a nuestro planeta.
Este es el único factor limitante real, agrega John Logsdon, un experto estadounidense en historia del espacio y profesor emérito de la Universidad George Washington. En términos de víveres, la tripulación puede mantenerse muchos meses, y la EEI recibe reposición de suministros regularmente por misiones de carga japonesas y estadounidenses.
¿Cuándo estarán listos los cohetes estadounidenses?
La NASA mandó los transbordadores espaciales al garaje en 2011, y desde entonces paga a Rusia decenas de millones de dólares por asiento para enviar a sus astronautas a la EEI
Pero estos contratos terminan a fines de 2019, y la NASA firmó nuevos contratos con empresas estadounidenses para tomar el relevo: Boeing, por un lado, y SpaceX, por el otro.
Más limitada actualmente por su presupuesto que en la gran época de la Apolo, la NASA cambió su relación con la industria, convirtiéndose en un cliente, mientras anteriormente era socio de los principales grupos aeronáuticos de Estados Unidos para desarrollar sus propios cohetes.
La compañía de Elon Musk, SpaceX, también jefe del fabricante de automóviles eléctricos Tesla, entró con fuerza en el negocio con sus cohetes Falcon 9, y ha lanzado desde 2012 muchos satélites de la agencia espacial estadounidense. También llevó a cabo 16 misiones de reabastecimiento a la ISS.
Así, fue seleccionada para enviar astronautas de la NASA a la EEI, lo que hará por primera vez una compañía privada. Pero su programa, como el de Boeing, ha sufrido retrasos, como sucede a menudo en este sector.
El último calendario incluye un primer vuelo de prueba vacío del Falcon 9 cargado con la nueva cápsula Dragon tripulada en enero de 2019, con una prueba con personas en junio de 2019. Para Boeing, serán en marzo y agosto de 2019, respectivamente.
¿Cuáles son los riesgos para la NASA?
Los problemas de Soyuz se suman al rompecabezas de Estados Unidos, cuya política es tener una presencia continua en el espacio.
Una interrupción de ello sería desastrosa en términos de imagen, pero también para los muchos trabajos de investigación a bordo de la EEI, que es un laboratorio científico.
El menor retraso en SpaceX o Boeing podría retrasar la autorización de los vuelos y, como consecuencia, la primera misión de traslado de astronautas a 2020, en lugar de 2019.
El incidente del jueves “aumenta la presión sobre el programa de transporte privado de Estados Unidos para mantener el calendario” , dice John Logsdon a AFP .
Para solucionar el problema, los próximos pasajeros de la EEI deberán permanecer más tiempo que los seis meses habituales. Pero primero las Soyuz deben recibir autorización para volver a despegar.